Es difícil, siendo inglés, encajar que cuatro de las ultimas cinco Calcutas hayan acabado en manos de Escocia. Difícil de explicar incluso para Eddie Jones, que sigue más preocupado de hacer probaturas y seguir añadiendo extras al catálogo de recursos de su XV de la Rosa para el Mundial.
En esta ocasión, los caledonios supieron sufrir y apretar los dientes ante una Inglaterra que dominó ampliamente la posesión y la territorialidad. Los escoceses defendieron con uñas y dientes el castillo y Hogg estuvo muy atento para tapar las patadas rasas de un Marcus Smith muy protagonista en los visitantes. Parecía claro que la orden de Jones era meter presión a los escoceses en su 22, pero los de Townsend aguantaron con un Van der Merwe que descolgaba bien las patadas arriba y un Hogg con los nervios de acero.
Delante dos jugadores cobraban protagonismo. Uno por cada lado, el escocés Matt Fagerson y el inglés Nick Isiekwe. Los ingleses cobraron merecida ventaja en el minuto 17 con un golpe de Smith que fue respondido apenas 60 segundos después por una jugada eléctrica de Darcy Graham, quien rompió la cortina defensiva inglesa y fijó al último defensor para regalar el ensayo a White. Los escoceses castigaban severamente los errores del XV de la Rosa. Delante sujetaban bien el set-piece, donde complicaban el lateral y clavaban su melé. Inglaterra dominaba sin rentabilizar la posesión y al descanso se marchaban 10-6 tras un intercambio de golpes de Smith y Russell.
La segunda parte comenzó con la misma decoración, pero los ingleses subieron una marcha la intensidad y eso comenzó a pasar factura en el bando local. Un golpe de Smith acercó a los ingleses (10-9). Los mauls ya hacían daño a los entusiastas delanteros caledonios y en una carga en la que el pack inglés dominaba con suficiencia Marcus Smith entró como una exhalación en el ingoal local (10-14), al que sumó otro golpe posterior (10-17). Inglaterra parecía haber roto la resistencia escocesa.
Pero entonces los del cardo impusieron mucha más agresividad a su ataque en las contadas posesiones de que disponían. Lo que les permitió asomarse al balcón de la 22 inglesa. Y ahí activaron una jugada de pizarra: cargaron por el cerrado para agrupar la defensa y entonces Finn Russell frotó la lámpara con una patada diagonal que Cowan-Dickie palmeó groseramente afuera ante la llegada de Graham. Después de consultar con el TMO la jugada terminó con ensayo de castigo y sin bin para el talonador inglés. Empate el marcador (17-17) en el minuto 67, con un jugador manos y necesitados de ganar porque la igualada dejaba la Calcuta en Edimburgo.
Mission Accomplished for @Scotlandteam, retaining the Calcutta Cup in a tense affair at BT Murrayfield 🏆@Breitling #SquadOnAMission #GuinnessSixNations pic.twitter.com/rHL62XyPzz
— Guinness Six Nations (@SixNationsRugby) February 5, 2022
Las prisas no jugaron a favor de Inglaterra, que cometió errores de todo tipo en la 22 escocesa. Los locales se crecieron en defensa y rentabilizaron una de las pocas posesiones en campo rival para pasar otro golpe (20-17), lo que en realidad tampoco importaba mucho a los de la Rosa, porque necesitaban ensayar en cualquier caso. Al final los errores ingleses penalizaban a los de Jones, que dominaron el partido pero no el marcador. Las probaturas salieron bien con Marcus Smith o Isiekwe, pero dejaron en evidencia a la pareja de centros (Elliot Daly y Henry Slade), a un fallón Stewart, a los clásicos Itoje y Marler, y a un Sam Simmonds que poco tuvo que ver con el jugador desequilibrante de Exeter.
Enfrente una Escocia con mucho corazón en el que su delantera trabajó mucho, especialmente en los momentos finales en los que WP Nell retrató a Marler, y atrás destacó la sangre fría de Hogg ante la presión rival, la solvencia de Van der Merwe y un Graham chispeante que supo romper líneas cuando su equipo lo necesitaba. Los del cardo recibirán a Francia en Edimburgo y ahí conoceremos la dimensión de sus expectativas. Ante Inglaterra supieron sufrir, pero necesitan algo más para dominar los partidos.
Fermín de la Calle, Periodista en EuroSport, El Confidencial, Revista 22
Si hablas de rugby y periodismo en España tienes que hablar de Fermín de la Calle. Desde su etapa en las páginas del diario As, este andaluz llevaba el rugby del V Naciones, con la complicidad de Relaño, a los hogares españoles.
Llegó tarde al rugby que descubrió en Irlanda donde pagó una factura muy cara en forma de fractura de fémur. Desde entonces el veneno entró en su cuerpo y hoy en día sigue jugando – como tercera reconvertido – en su querido CR. Tres Cantos.
Canal+, Eurosport, Cadena Ser, Diario AS, y un amplio abanico de medios generalistas audiovisuales han reconocido en él la voz más autorizada del rugby español. Su blog ‘Patada a Seguir’ – pionero en España – arrancó en 2007 y desde entonces siempre ha estado metiendo el hombro en iniciativas como la Superibérica, con el programa Hemisferio Rugby junto a Michael Robinson o en las páginas de Revista 22 sin fallo en los 86 números que llevamos.
De la Calle, por su manera de entender el periodismo, siempre ha contado con la información más delicada y comprometedora del oval. Querido y odiado, nunca deja a nadie indiferente. Sin embargo, todos acuden a sus informaciones para ver qué se cuece en los fogones del rugby español. Consultado en innumerables ocasiones por empresas patrocinadoras e instituciones sobre la realidad de nuestro deporte, contactos que bien le podrían haber revertido ingresos económicos notables si los hubiera facturado como consultorías. Altruista y solidario es un exponente de los valores del deporte que ama. Como muestra fue uno de los primeros en remangarse para ayudar a las víctimas del tren de Santiago de Compostela organizando un torneo benéfico.
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