Nueva Zelanda y Sudáfrica jugarán la final de la Copa del Mundo. Los All Blacks se impusieron con mucha superioridad a Argentina por 6-44, mientras que los Springbocks lo hicieron por la mínima y remontando – 15-16 – a una competitiva Inglaterra que mandó durante todo el partido. Los Pumas e Inglaterra jugarán por el bronce el viernes, mientras que la gran final será el sábado.

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Argentina 6 – 44 Nueva Zelanda
Los All Blacks no dieron opción a Los Pumas y lograron su plaza en la gran final gracias a las 7 marcas que lograron. Will Jordan – con 3 ensayos – lideró el ataque kiwi. Jordie Barrett, Aaron Smith y dos más del tercera Shannon Frizell completaron las anotaciones. De nada sirvieron los primeros minutos de dominio argentino que se vieron superados en todas las facetas del juego.
Argentina salió mandona y metiendo a los All Blacks en su campo. De hecho Boffelli abrió el marcador al pie con un golpe. Pero Nueva Zelanda tenía el partido controlado y en cuanto pudo, contragolpeó con dos directos para mandar por primera vez a la lona a su contendiente con los ensayos de Will Jordan y Jordie Barrett. Emiliano Boffelli recortó al pie, pero la dinámica del partido había cambiado. Antes del descanso Nueva Zelanda volvía a anotar con un golpe de Richie Mo’unga y un ensayo de Shannon Frizell y dejar el marcador 6-20 al descanso.

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El segundo tiempo fue de claro color negro. Aaron Smith hacía el primer para los kiwis nada más comenzar la segunda mitad y Shannon Frizell posaba su segunda marca personal antes de los 10 primeros minutos de juego. El partido estaba decidido pero los All Blacks no frenaron la maquinaria. Will Jordan posaba otros dos ensayos – y pudieron ser 3 si Mo’unga hubiera sido más generoso – para el definitivo 6-44. El ala All Black se une al club de los 8: junto a Savea, Lomu y Habana, máximos anotadores en una copa del Mundo.

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Inglaterra 15 – 16 Sudáfrica
Inglaterra hizo todo lo que estaba en su mano para ganarse un puesto en la final, pero los campeones del mundo recurrieron a su guardia pretoriana: Pollard, Le Roux y De Klerk, y a su melé para darle la vuelta al partido. El XV de la Rosa puso contra las cuerdas a los Springbocks con partido muy físico en el combate y un buen juego al pié donde dominaron en la alturas. El plan no le estaba saliendo bien a los tricampeones, y cambió el guión del partido a tiempo para lograr una remontada in extremis que vale una final.
Owen Farrell mandaba en el partido en el primer tiempo gracias al pié. El apertura inglés pasaba 3 golpes por uno de Manie Libbok, pero la sensación de dominio inglés llevó al banquillo sudafricano a tomara una de las primeras decisiones que cambiaría el partido. Jacques Nienaber daba entrada a Handre Pollard para recuperar el tempo del encuentro. El partido llegaba 12-6 al descanso.

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El partido seguía en manos inglesas y a la entrada Pollard se unían otros dos viejos gladiadores. Entraban al partido Faf de Klerk y Willie Le Roux en la parte de atrás. Poco después llegaría la decisión de verdad cambiaba el partido. Sudáfrica renovaba su delantera con la la entrada de RG Snyman, Kwagga Smith, Deon Fourie y – sobre todo – Ox Nche. Pese a los cambios Farrell pasaba un drop para poner distancia de seguridad. Algo tenía que cambiar y vaya que si cambió. Los Springbocks cambiaron el partido desde su superioridad en melé. De hecho se intensificaba poco después con la entrada de Vincent Koch. A 10 minutos del final RG Snyman posaba el único ensayo del partido y Pollard pasaba el golpe de la victoria en el minuto 78.
Sudáfrica y Nueva Zelanda jugarán la gran final en busca de su cuarta Webb Ellis.