Victoria muy sufrida de Sanitas Alcobendas ante un Aparejadores Burgos UBU Colina Clinic que hizo méritos para sumar algo más que el bonus. Desde el principio los burgaleses saltaron dispuestos a intimidar a los madrileños en delantera. La agresividad de los locales en los puntos de contacto marcó los primeros minutos, en los que Aparejadores estaba más preocupado del desafío físico que de generar juego cerca de los agrupamientos.
Los de Inchausti, sin embargo, se mostraron más determinados con la pelota en las manos, alejando la bola de los agrupamientos, y sacaba ventaja de ello. A los diez minutos los granates ganaban (0-10) tras un golpe de Linklater y un ensayo de Jaime Nava transformado por su pateador. Burgos pagaba su ansiedad y Alcobendas manejaba el partido con inteligencia en los primeros veinte minutos.
Pero mediada la primera parte los burgaleses templaron los nervios y comenzaron a hacer daño. Empezó a dominar el partido desde la melé, donde Sanitas echaba en falta a Griffiths, el pilier argentino cuyo transfer no llegó a tiempo. Alcobendas no era capaz de enlazar fases en ataque y se limitaba a defender con mucho sufrimiento las cargas de la delantera local, con especial protagonismo de su 8. Al final de la primera parte Linklater y Calle intercambiaban dos golpes para dejar el marcador en un concluyente (3-13).
Sin embargo, en la segunda parte cambió la decoración. Alcobendas solo se sentía cómodo en la touch, ganando las propias y robando alguna. Pero con el paso de los minutos. Calle metía a los locales en el partido nada más empezar la segunda parte con un golpe de castigo (6-13) y espoleados por la animosa grada de San Amaro el equipo comenzaba a creer en un triunfo para el que acumulaba más méritos. Alcobendas no era capaz de llevar la pelota más allá del primer centro, el irlandés John Sample, justo donde generaban ventaja y superioridad.
Mediada la segunda mitad el sacrificio local se vio recompensado con un ensayo de su talonador, Jorge Fuente, que completó Calle. Con el marcador empatado (13-13) los burgaleses se crecieron. Su delantera ganaba la ventaja con poderío físico, pero proponiendo un juego previsible con la pelota en las manos. No obstante, eso le valía para ir empujando a los madrileños. Alcobendas sumaba otra mala noticia, la baja de Jaime Nava, que se retiraba con el radio del brazo derecho roto.
Con el partido en el alambre Salas persiguió con fe una pelota que recuperó y convirtió en el ensayo que parecía decidir el partido. Corría el minuto 74 y el tanteador (23-13) invitaba a pensar en ello. Inchausti tocó a zafarrancho y emergió la figura de Facu Munilla. El medio melé descosió el partido metiendo mucho ritmo y Burgos no supo frenar el partido en los instantes finales. Los de David Martín se quedaron en inferioridad por cortar una jugada en fuera de juego segundos después de que Ramiro Robledo golpease a un jugador local en un ruck. Una decisión muy protestada por los locales.
Munilla estuvo listo en una jugada en la que ganó la línea de ventaja y posó cerca de palos colocando el 23-20 y recibiendo la patada. Pudo asegurar el empate en una patada centrada Alcobendas, pero eligió ir a la touch y cargar en superioridad, consiguiendo ganar el partido con un ensayo final de Diego García que daba el triunfo (23-25) a los madrileños. Demasiado castigo para un gran Burgos que mostró sus credenciales en su presentación en la División de Honor. Con este triunfo, Alcobendas encarrila su pase a semifinales de Copa, para lo que tendrá que ganar a Santboi en Las Terrazas.
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