“¿Por qué no dimite Alfonso Feijoo?”, “¡Que se vayan ya!”… El rugby español está cansado de la ineptitud de una Federación que nos ha llevado a perder la plaza en el Mundial de Francia que se había ganado en el campo. Como advirtió World Rugby en una sentencia prácticamente irrevocable, “su negligencia continuada” es la que nos echa del Mundial, más allá de la sinvergonzonada de la trampa urdida en Alcobendas con la connivencia de un Gavin Van den Berg que sabía que estaba cometiendo una irregularidad. Una maniobra que descalifica tanto a sus autores como al club, por no enterarse de lo que pasaba (como afirma), lo que retrata su inutilidad.
Pero regresando a la primera cuestión. Alfonso Feijoo no se va porque no le dejan irse. El presidente de la Federación Española, como adelantó Revista 22 en su día y confirmó el presidente del CSD, fue “invitado a irse” horas después de que nos echaran del Mundial. En una reunión en la sede el CSD en la que Feijoo advirtió que si tenía que irse, se marchaba ya. Pero ya quisiera él poder haberlo hecho entonces…
El CSD fue claro. Mañana dimites en diferido. ¿Por qué en diferido? Muy sencillo. Hay que esperar a que se confirme la expulsión irrevocable de España del Mundial, que si no ocurre nada raro será el 16 de junio. Y entonces el CSD arrancará todos los procesos de depuración de responsabilidades en los tribunales deportivos y no deportivos de nuestro país. Y, como no puede ser de otra forma, eso será con Alfonso Feijoo y toda su junta directiva vigente, lo que les convierte en responsables directos del daño que le han hecho al rugby español y a nuestro deporte.
Responsabilidades que conllevan sanciones y consecuencias de rango importante. Asuntos como la posibilidad real de que Rafa Sempere, uno de los capos en la sombra de la FER, se marche con un despido procedente. Porque Sempere es miembro del Comité de Elegibilidad de la FER, y como tal, tiene una responsabilidad absoluta que asumir por lo ocurrido a partir de su decisión.
Es por esto que en estos días Feijoo, al que se ha aconsejado desde el CSD que se mantenga al margen y en perfil bajo, no haya realizado ninguna declaración, más allá de la salida de pata de banco contra Franco por sus declaraciones en las que confirmaba que no dimite, que «lo dimiten». Feijoo se va porque lo echan y lo echan porque en su momento aceptó ser marioneta de Epalza y Sempere y terminó mintiendo para taparles. Alfonso era un hombre honesto cuando llegó, pero la podredumbre de la FER le ha contagiado. Debía haber escuchado a su hijo Pablo, cuando le dijo que no se presentase. Pablo sabía lo que había en la FER porque lo ha sufrido desde dentro.
Así que paciencia, que la dimisión en diferido de Feijoo es un despido planificado del CSD. La duda es si el gobierno dejará perpetuarse a esta banda de dirigentes ineptos en Ferraz, con Iñaki Vergara al mando o con la próxima marioneta que consigan. Porque la candidatura continuista saca ventaja a Hansen. Recordemos que en las últimas elecciones Feijoo ganó por el voto de las jugadoras, y ya sabemos cómo ha acabado el rugby femenino: con la vicepresidenta y el seleccionador dimitidos por la falta de apoyo.
Feijoo se irá, cuando el CSD lo decida.