La derrota de Los Leones ante Rumania en nuestro segundo partido de la fase de clasificación ante Rumania en Bucarest el pasado sábado ha caído como un jarro de agua fría entre los aficionados de España. Las expectativas generadas por el buen papel que venían realizando nuestros jugadores se dieron de frente con un golpe de realidad en el que los viejos fantasmas volvieron a aparecer. La disciplina de los nuestros fueron clave en una derrota que además nos dejó con una imagen paupérrima en la que vimos una tarjeta roja y tres amarillas.
España no ha empezado con buen pie su participación en el REC 2021 con dos derrotas. Bien es cierto que las opciones mundialistas de los de Santiago Santos permanecen intactas y que pese ellas el nivel competitivo contra los dos equipos más fuertes tradicionalmente en el viejo continente ha sido muy alto. En ninguno de los dos partidos Los Leones se vieron netamente superados por el rival y es más, en ambos partidos – y pese a todo lo sucedido – han mantenido opciones de victoria hasta el final.
Recién aterrizados en el aeropuerto de Madrid el capitán de Los Leones Fernando López nos decía: «El grupo está un poco desilusionado porque sabemos que tenemos todo para poder haber ganado los dos partidos y se nos fueron por errores propios. Lo importante ahora es levantar rápido la cabeza y seguir trabajando. Algo que si tenemos claro en el grupo es que si nos caemos nos tenemos que levantar rápido».
Lo que sucedió en Bucarest en sábado no fue normal. El equipo tenía controlado el partido durante los primeros 50 minutos de juego pero de repente se desconectó. Es cierto que el volumen de juego de la primera mitad fue muy pobre y además las indisciplinas nos privaron de habernos ido al descanso con algo más de ventaja. En las únicas fases en las que España mostró su juego demostró ser capaz de desbordar a la defensa de Los Robles e incluso lograr una anotación brillante en el inicio de la segunda parte.
Pero Los Leones se fueron del partido. La jugada de la recta final del primer tiempo en el que el tercera línea Vlad Neculau carga deliberadamente sobre la cabeza del octavo español en un ruck, y la primera de las amarillas fueron el detonante de un cocktail explosivo que España no supo digerir. Durante el primer tiempo España ya había dado síntomas de su nerviosismo con jugadas al borde del reglamento que bien nos podía haber costado alguna que otra sanción más. En ningún caso las infracciones españolas están justificadas, ni se cuestiona las decisiones del árbitro georgiano – pese a que choque que arbitre un partido trascendental un árbitro de uno de los países implicados directamente en la disputa por el mundial como ya ocurriera por ejemplo en Bruselas y de lo que no hemos aprendido – pero si sorprende el uso que se hizo del TMO en dichas jugadas.
«Fuimos nuestro propio enemigo. La ansiedad nos pudo y terminamos con 4 tarjetas que nos costó el partido»
Más allá y sin ánimo de buscar justificaciones o excusas el diagnóstico es claro: «En el segundo tiempo en Bucarest creo que hubo 10 minutos en el que se nos va la cabeza y nos vamos totalmente del partido. Fuimos nuestro peor enemigo. Hasta ese momento creo que estábamos haciendo una buena defensa, aunque concedíamos quizás demasiados golpes, pero lo teníamos controlado y no nos generaban peligro. Fuimos nuestro propio enemigo. La ansiedad nos pudo y terminamos con 4 tarjetas que nos costó el partido. Por lo menos hay que rescatar que hubo 12 jugadores que aguantaron en el campo e incluso pudieron marcar puntos. Esta es la actitud que deberíamos tener todos para cada partido» nos explicaba el primer línea de Los Leones.
Las dos derrotas son dolorosas pero si echamos la vista atrás a la anterior fase de clasificación España no había sumado ni un solo punto ante los dos rivales más fuertes del REC. «Creo que nuestras opciones a día de hoy son muchas. Si mal no recuerdo en la última clasificación para la Copa del Mundo no habíamos sacado ningún punto ante Georgia ni ante Rumania y hoy tenemos dos puntos. Lo que nos queda es terminar estos próximos partidos con victoria para poder terminar en la segunda posición y mantener muchas chances aún. Luego en la segunda vuelta del REC recibiremos a muchos de nuestros rivales aquí: Rumania, que eso nos hace mucho más fuertes. Espero que para entonces haya público que nos ayuden como hacen siempre» decía López.
Es cierto que todos esperábamos tener algún punto más en el zurrón a estas alturas, pero nada está perdido. Las dos derrotas han supuesto que España pierda varios puestos en el ranking de World Rugby cayendo ahora hasta la posición 19 cediendo el posiciones en favor de Uruguay y de la propia Rumania. Pese a todo Los Leones se siguen manteniendo en el top 20 con margen aún sobre Rusia que cierra la lista.
«El partido de Portugal es sin duda el más importante que tenemos»
Los Leones cerrarán esta primera fase del REC en Lisboa el sábado. Las derrotas de las dos primeras jornadas han provocado que ante Os Lobos no tengamos margen de error y que el partido sea vital para reengancharnos a la parte alta de la tabla. «El partido de Portugal es sin duda el más importante que tenemos. Es el último del bloque y terminar con una victoria sería súper importante. Todos estamos con el partido de Portugal en la cabeza y esta semana vamos a trabajarlo para ir a ganar como sea. Tenemos que ir y buscar esa victoria fuera de casa. Creo que podemos. Tenemos equipo. Necesitamos aprender de los errores cometidos anteriormente y no mirar hacia atrás sino para adelante. Ya sabemos lo que podemos hacer sino hacemos bien las cosas y cuándo hacemos bien las cosas somos un equipo muy competitivo».
No será fácil. Portugal como local se ha mostrado competitivo también ante – precisamente – los mismos rivales con los que también ha perdido España. En febrero Los Leones ganaron con solvencia a Os Lobos, pero poco o nada tiene que ver el equipo que dirige Patrice Lagisquet. España necesita ganar en Portugal y mantener viva la ilusión en el camino hasta la Copa del Mundo de Francia 2023.
Director Editorial & Publicidad de La Revista 22