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Copa del Mundo

España sella el billete para Japón con una victoria histórica ante Rumanía (22-10)

Malie rompe el intervalo ante la defensa rumana. / Photoscrum

ESPAÑA: Beñat Auzqui, Marco Pinto, Moreno, Gavidi, Barrera, Barthere, Guillaume, Gibouin; Guillaume Rouet, Belie; Ascarat, Snee, Perrin, Linklater; Malie. En el banquillo Fernando López, Anaya, Bonan, Sebastien Rouet, Contardi, Fuster y Civil. Seleccionador: Santiago Santos.

RUMANIA: Lazar, Radoi, Andrei Ursache, Van Heerden, Antonescu, Valentin Ursache, Macovei, Burcea; Surugiu, Vlaicu; Shennan, Fakaosilea, Kinikinilau, Tangimana; Fercu. En el banquillo Capatana, Badiu, Tarus, Poparlan, Gorcioaia, Calafeteanu, Dumitru y Umaga. Seleccionador: Lynn Howells.

Puntos: 5-0. Ensayo de Beñat Auzqui (3′), 10-0. Ensayo de Ascarat (8′), 10-3 Golpe de Vlaicu (12′), 13-3 Golpe de Linklater (20′), 16-3 Golpe de Linklater (46′), 19-3 Golpe de Linklater (61′), 22-3 Golpe de Linklater (73′). 22-10 Ensayo de Fakaosilea y pasa Fercu (77′).

Árbitro: Thomas Charabas (Francia). Amarillas a Tangimana (1′) y Ascarat (25′). Asistentes Vivien Praderie y Cyrille Le Gall. 4º árbitro David Castro. Match Comissioner: Michel Arpaillange.

Estadio: Central de la Ciudad Universitaria de Madrid. Diez mil personas llenaron las instalaciones del campo para presenciar el choque decisivo entre España y Rumanía para la clasificación del Mundial de Japón. Hasta el sol, en una mañana fría, quiso comparecer.

Histórica victoria de España en el que no hizo falta tirar de épica ni siquiera sufrir. El XV del León fue enormemente superior a una Rumanía que se vio superado en cada fase de juego, estáticas o dinámicas, en cada punto de contacto, en cada placaje. El mejor partido en el momento más importante. Se había encomendado Jaime Nava al corazón de los leones y en realidad fue su ferocidad la que arrasó a los rumanos. Llevaba Santi Santos razón: «España jugará el partido inaugural del Mundial de Japón». Resta acabar la faena ganando a Alemania y Bélgica, triunfos factibles.

El partido planteado desde una disciplina casi soviética por los rumanos, saltó por los aires al minuto de juego debido a la típica indisciplina polinesia, un placaje alto del nacionalizado Tangimana, tongano de origen, que dejaba a los Robles en inferioridad para abrir el choque. España, cuyo plan de juego priorizaba rentabilizar los espacios por fuera, se encontró con una superioridad que gestionó magníficamente. Dos minutos después del sin bin Guillaume Rouet invirtió el sentido de juego, que venía de varios pick & go y cogió a toda la defensa rumana desordenada. Lo que permitió a Beñat Auzqui posar en el banderín.

Cinco minutos más tarde Charlie Malie, jugador de Top 14 que evidenció estar un escalón por encima de todos, rompió la cortina defensiva rumana y la jugada concluyó con una patada rasa corta de Belie que apoyó Ascarat. No podía pintar mejor para el XV del León, que rentabilizaba su superioridad con una magnífica lectura del juego y de toma de decisiones. 10-0. Vlaicu y Linklater intercambiaron golpes, dejando el marcador en 13-3 cuando el reloj marcaba veinte minutos de juego.

Con igualdad numérica España mantenía la pelota viva, con un Rouet clarividente que la levantaba rápido y ponía el ritmo adecuado en cada momento y con los tres cuartos proponiendo buenas líneas de juego desde atrás. Los rumanos, exigidos por el marcador, se marcharon a campo español y comenzaron a cargar con su delantera de acero. Metro a metro. Castigando desde la melé. En una de esas cargas Ascarat se lanzó sobre Surugiu impidiendo liberar la pelota, lo que costó la amarilla al ala español.

Los leones libraban situaciones comprometidas con agresividad en el contacto y subiendo rápido la línea. En el minuto 30 llegó una de esas fases que marcan el partido. Después de más de cinco minutos defendiendo a cinco metros de su zona de ensayo, y con tres melés en contra, España provocaba un avant rumano que le permitía marcharse de su 22 sin encajar puntos. El corazón español podía con el músculo rumano en defensa. Adelante era el talento evasivo de los españoles el que marcaba el ritmo. Ascarat retornaba el campo con el mismo tanteador con el que se fue. España hacía las cosas bien. Al descanso se llegaba con 13-3.

Del vestuario salió España con una orden clara: jugar en campo contrario. Con sus tres cuartos oceánicos de choque y una delantera acostumbrada al pick & go, Rumanía jugaba a 70 metros del ingoal español. Demasiado lejos para un equipo al que le cuesta encontrar las puertas y ganar metros con facilidad. Eso sumado a la presión defensiva arrancó un golpe en la 22 de los Robles que Linklater convirtió en el 16-3. Seguidamente la defensa española desmontó un maul rumano en su 22. La pizarra de Miguelón también se hacía notar en el partido.

Las caras de ambas retrataban el partido. Los españoles cansados por el castigo físico, al que sumaban el castigo de hace ocho días ante los rusos. Las de los rumanos de frustración por su incapacidad para poner en aprietos a la defensa española. El corazón y la grada llevaban a los españoles a defender donde las piernas flaqueaban. Y así, en otra defensa épica en campo rumano hicieron recular a los Robles hasta su 22 y forzaron un retenido que Linklater convirtió en el 19-3 a falta de veinte minutos. España no ganaba a Rumanía, la arrollaba física y tácticamente.

Era emociónate ver saludar a la grada cada cambio español, cada jugador que se retiraba completamente vacío. Pero lo mejor era ver a España plantada en campo rumano mientras pasaban los minutos. A más de dos ensayos de distancia y sin sensación de peligro. En el minuto 70 Barthere robaba una touch en su 22. La pizarra de Miguelón… Retenidos, avants, rumanos lanzándose sobre el ruck… España completaba el partido perfecto. Los delanteros estaban infringiendo un repaso a la mundialista melé rumana en los puntos de encuentros y Snee y Perrin habían desactivado a los centros tonganos, incapaces de encontrar el intervalo en todo el partido.

Cuando Linklater pasó su cuarto golpe desde 40 metros, el Central ya celebraba un triunfo merecidísimo. Un triunfo cimentado en la magnífica defensa española, sin golpes, en el trabajo de vídeo de Santi y Miguelón en la lectura de touches (robó 3) y la desactivación del maul. En el trabajo físico de Mar Álvarez con los jugadores. Y por supuesto en el talento descomunal de Guillaume Rouet para elegir siempre bien y de Charlie Malie para encontrar el hueco.

Cuando Fakaosilea posó el primer ensayo rumano, en el minuto 77, el partido ya estaba cerrado a favor de los Leones. España ha ganado en ocho días a Rusia en su campo, donde no se le ganaba desde hacía más de diez años, y a Rumanía, por tercera vez en la historia. Tiene el billete para el Mundial de Japón en su mano. Ahora debe ganar a Bélgica y Alemania, dos partidos asequibles pero imprescindibles. El milagro es realidad.

Fermín de la Calle, Periodista en EuroSport, El Confidencial, Revista 22
Si hablas de rugby y periodismo en España tienes que hablar de Fermín de la Calle. Desde su etapa en las páginas del diario As, este andaluz llevaba el rugby del V Naciones, con la complicidad de Relaño, a los hogares españoles.

Llegó tarde al rugby que descubrió en Irlanda donde pagó una factura muy cara en forma de fractura de fémur. Desde entonces el veneno entró en su cuerpo y hoy en día sigue jugando – como tercera reconvertido – en su querido CR. Tres Cantos.

Canal+, Eurosport, Cadena Ser, Diario AS, y un amplio abanico de medios generalistas audiovisuales han reconocido en él la voz más autorizada del rugby español. Su blog ‘Patada a Seguir’ – pionero en España – arrancó en 2007 y desde entonces siempre ha estado metiendo el hombro en iniciativas como la Superibérica, con el programa Hemisferio Rugby junto a Michael Robinson o en las páginas de Revista 22 sin fallo en los 86 números que llevamos.

De la Calle, por su manera de entender el periodismo, siempre ha contado con la información más delicada y comprometedora del oval. Querido y odiado, nunca deja a nadie indiferente. Sin embargo, todos acuden a sus informaciones para ver qué se cuece en los fogones del rugby español. Consultado en innumerables ocasiones por empresas patrocinadoras e instituciones sobre la realidad de nuestro deporte, contactos que bien le podrían haber revertido ingresos económicos notables si los hubiera facturado como consultorías. Altruista y solidario es un exponente de los valores del deporte que ama. Como muestra fue uno de los primeros en remangarse para ayudar a las víctimas del tren de Santiago de Compostela organizando un torneo benéfico.

Su influencia se ve aumentada por su posicionamiento en las RR.SS que son uno de los mejores altavoces del Rugby ya que cuenta con casi 25.000 seguidores que interactúan a propósito de sus informaciones y opiniones.

Durante los últimos años ha librado cruzadas con diferentes dirigentes y representantes, velando por sus convicciones y por lo que él entiende que es el bien común del rugby español. En muchas de ellas le acompañamos.

La estirpe De la Calle perdurará y sus hijos ya recorren los campos de Andalucía con un melón bajo el brazo. Ha sido recientemente nombrado embajador de la marca Canterbury en España y este 2017 podréis verle y escucharle en Movistar+ con el 6 Naciones y en Eurosport con la Liga de División de Honor.

1 comentario

1 comentario

  1. Alex

    19 febrero, 2018 en 4:42 pm

    Estupenda crónica Fermín

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