Esta mañana se ha celebrado un acto en el foro de Eventos del Deporte 2017, que organiza el diario AS, en el que el rugby ha sido el protagonista. Se celebraba la segunda edición de este foro sobre creación, organización, patrocinio y tendencias de eventos deportivos y para esta sesión se contó con la participación del presidente de la Federación Española de Rugby, Alfonso Feijoo, acompañado de su tesorero, José Mari Epalza. Los dos han conversado sobre la final de la Champions Cup que se celebrará el próximo mes de mayo en San Mamés, junto a Kepa Olabarrieta, de Bilbao Ekintza, organizadora del evento.
La conversación caminaba por lugares comunes, «queremos ganar visibilidad, crear afición en España y que cada vez haya más jugadores de rugby», apuntaba Feijoo sin ningún rubor, después de la que la semana pasada la Federación no realizase ni un acto promocional con la visita de los All Blacks a Oviedo.
Olabarrieta confirmó que se han vendido más de 40.000 entradas de las 53.000 que alberga San Mamés: «Desde el principio hubo mucha demanda de entradas y alojamiento. Rápidamente tuvimos que actuar y ajustarnos a eso. El evento excede la capacidad hotelera de la ciudad. Pero estamos articulando un método alternativo, con lo que eso conlleva en logística». Y Epalza recordaba el buen ambiente que se respira siempre entre las aficiones de rugby: «Cuando organizamos los cuartos de la Champions entre Munster y Biarritz en Anoeta, la gente de San Sebastián pensaba que iban a destrozar la ciudad. Y no pasó nada».
Sin embargo, la declaración de la mañana, que solo se puede calificar de surrealista, la realizó Alfonso Feijoo: «No te voy a negar que hemos soñado con organizar un Mundial. Estoy seguro que España tiene la capacidad para hacerlo». Y puso como ejemplos el lleno de Zorrilla y el de la final del Camp Nou en el Top 14.
Hay que recordar varias cosas. La primera es que España, la selección, juega en Madrid en el Central Universitario, un campo en el que se juega a las 16:00 horas los partidos porque no hay focos y cuando se va la luz no se ve. Y eso que hablamos del producto estrella de la FER, la Selección. Además Feijoo no cuenta que ni en Zorrilla ni en el Camp Nou tuvo nada que ver la Federación Española en la organización, lo que probablemente es la clave del éxito de ambas citas. España, a día de hoy, solo alberga partidos de primer nivel por el empeño de entidades ajenas a la Federación como los clubes y el Ayuntamiento de Valladolid, empresas como Rugby Challenge, el Gobierno Vasco o iniciativa de instituciones como la liga francesa. Y para comprobar la capacidad organizativa de la Federación solo hay que fijarse en la entrega de trofeos de la Liga, la Copa y la Supercopa, en la que a los reporteros gráficos les resulta imposible hacer una foto de grupo de los campeones por la invasión de campo. Pero como brindis al sol, queda genial. Lástima que no tenga nada que ver con la realidad. Y mejor ni hablamos del peso de España en la World Rugby…
