El primer gran duelo de favoritos en las eliminatorias se lo llevaron los All Blacks. Nueva Zelanda se impuso a Irlanda por 28-24 en un partido épico en París. Y es que a falta de 15 minutos para el final el marcador estaba 24-25 tras el ensayo de castigo concedido a Irlanda. Un golpe de castigo de Jordie Barrett le dio la victoria final a los neozelandeses. Irlanda buscó la remontada hasta el final y pese a enlazar hasta casi 40 fases de juego no logró anotar. Los del trébol vuelven a caer en cuartos y siguen sin jugar una semifinal. Uno de los grandes favoritos se va para casa.

©All Blacks
Irlanda llegaba como el gran favorito a París para pasar a semifinales y romper definitivamente la barrera de cuartos de final. Sin embargo se encontraron con el equipo que mejor compite bajo presión de la historia del oval: Nueva Zelanda. Los All Blacks supieron cómo hacerle daño a los de Farrell y pronto se colocaron con un 0-13 a favor gracias a dos golpes de Richie Mo’unga y un ensayo de Leicester Fainga’anuku. Irlanda había tardado en entrar al partido pero poco a poco fue ganando terreno y dominando. Johnny Sexton abría el marcador de los irlandeses con un golpe y Bundee Aki posaba el primer ensayo de los del trébol rozando la media hora de juego para poner el 10-13. Las hostilidades se habían abierto y Ardie Savea – primero para Nueva Zelanda – y Jamison Gibson-Park – después para Irlanda – intercambiaban ensayos para mandar el partido al descanso 17-18. Además los All Blacks jugaban con un hombre menos por el Sin Bin de Aaron Smith en la recta final del primer tiempo.

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El primer tiempo entre Irlanda y Nueva Zelanda fue épico. En el segundo la tensión imperó. Will Jordan Volvía a perforar la defensa irlandesa para anotar y los All Blacks tomaban ventaja tras la patada de Jordie Barrett. Sexton pudo recortar al pie pero falló. No fallaría el maul irlandés cuando lograba avanzar tras una touche a 5 metros y Codie Taylor lo derrumbaba. Wayne Barnes concedía ensayo de castigo para Irlanda y mandaba al sin bin al talonador kiwi. El partido estaba en un punto, quedaba un cuarto de hora por jugarse y Nueva Zelanda estaba con uno menos. Dos errores de disciplina de los irlandeses le dieron a Jordie Barrett la posibilidad de anotar. La primera la desaprovechaba, pero no la segunda. Nueva Zelanda mandaba 24-28 y quedaban aún 10 minutos por delante. Irlanda lo buscó. Encadenó fase tras fase en busca del ensayo de la victoria, pero no llegaría.
El Nº1 del mundo se iba a casa y perdía una test match tras una racha de 17 victorias seguidas. Nueva Zelanda no falla a su cita de semifinales – solo en Francia 2007 se quedó fuera – y jugarán ante Los Pumas por un puesto en el partido que les puede dar su cuarta Webb Ellis.