Un artículo de Anuar Gómez – Up&Under
El hombre que dio nombre a una leyenda. Un referente del rugby mundial y voz autorizada del deporte del oval. Así es Sean Fitzpatrick. El All Black, integrante del plantel internacional neozelandés desde 1986 hasta 1997, lideró a uno de los engranajes más perfectos que se recuerdan en la historia del rugby. Hoy día, Sean ocupa la posición de presidente de la academia Mundial del Deporte Laureus.
En la antesala de la entrega de los Laureus World Sports Awards del próximo abril, a un mes vista del evento, Fitzpatrick pasó revista a la actualidad deportiva en una comparecencia virtual a la que no faltamos desde la Revista 22.
Laureus World Sports Awards
“Estamos decepcionados por no poder celebrar el evento de la entrega de premios de una forma presencial. Volveremos a tener una gala virtual en abril”, explica el presidente de la academia. Además, el neozelandés apunta: “la votación ya ha sido realizada por parte de la academia. Como vosotros, no sabemos quién ha ganado pero todo está hecho y listo para abril”. En un marco semejante al del pasado curso a consecuencia de las limitaciones por la pandemia, Fitzpatrick entiende que “la gala virtual del año pasado fue interesante. Evidentemente nos hubiera encantado, al igual que este año, poder hacer una gala presencial, pero la entrega de premios virtual fue interesante porque atrajo a otro mercado. Los ganadores pudieron interactuar con la audiencia de una manera más fácil”. Tratando de ver el vaso medio lleno, Sean indica que “estamos intentando sacar lo positivo de toda la situación. Además, como miembros de la academia de The Sports For Good Foundation, intentamos promover el mensaje de que el deporte tiene el poder para cambiar el mundo”. A lo que añade: “los ganadores de los premios Laureus están encantados de apoyar a las 250 organizaciones benéficas a las que apoyamos globalmente”.
Con la invasión de Ucrania a manos de los rusos acaparando todas las portadas, el presidente de la academia de los premios condena los hechos y señala: “creo que tenemos que hacer todo lo que podamos para intentar llevar la paz a Ucrania. Es devastador lo que estamos viviendo en estos momentos, y ver cómo está dividiendo al mundo lo que está haciendo Rusia”. En esa misma línea, Fitzpatrick apuntala: “en Laureus tenemos la gran suerte de contar con un patrocinador fundador que usa el deporte como mecanismo para la paz, para lograr unir a las distintas comunidades”. En cuanto a los miembros de la academia se refiere, la postura está clara: “estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos como miembros de la academia para intentar llevar la paz a Ucrania y evitar que esto siga por más tiempo”. Además, los mensajes de ánimo hacia el pueblo ucraniano, así como para su compañero en la academia de Laureus Sergei Bubka, no se han hecho esperar: “tenemos un grupo de whatsapp en el que estamos todos los de la academia y Sergei Bubka nos mandó un mensaje muy sentido. Todos estamos mandándole nuestro apoyo, tanto a él, como a su familia, amigos y compatriotas. Estamos haciendo todo lo posible para promover el mensaje de que lo que queremos es la paz”.
La actualidad del rugby
Centrando el foco en el plano meramente deportivo, Fitzpatrick analizó la actualidad del mundo del oval. Con el VI Naciones en su apogeo, el All Black mostró su parecer sobre el quehacer de los clubes del hemisferio norte: “Creo que el ‘mensaje’ que está mandando esta edición del VI Naciones es que Irlanda y Francia están un paso por delante a los demás en este momento. En lo personal, me está gustando mucho lo que estoy viendo del combinado francés. Se les ve en forma, son un equipo organizado y que tiene por lema la cultura del éxito. Juegan como equipo y tienen un ingrediente que me parece clave… el de la juventud”. Y explica: “si miras a los equipos que han ganado la copa del mundo en el pasado, las plantillas cuentan con jugadores de un nivel de juventud y con un grado de experiencia. He mencionado a esos dos equipos (Irlanda y Francia), porque tienen estos factores a su favor”. El impacto del rugby europeo en el panorama mundial está llevando a los clubes y selecciones del viejo continente a ganar adeptos en Nueva Zelanda: “hay muchísimo seguimiento en Nueva Zelanda de todo lo que ocurre en el rugby europeo. Los All Blacks no tuvieron un buen otoño, por lo que hay mucha expectación de lo que está por venir”. Y señala: “Todo el mundo está interesado en ver el rugby que viene de Europa en este momento. El TOP 14, la Premiership… La sensación es que la calidad del rugby es mucho mejor que lo que era en el pasado. Todo esto se ve reflejado en lo que estamos viendo en el VI Naciones”.
Con el consumo del ‘producto’ europeo en auge, la leyenda neozelandesa se sincera: “nos hemos dado cuenta de que tenemos algo de trabajo por hacer para ponernos al día. La situación con la competición del Super Rugby, unida a la pandemia, no nos está ayudando en términos de desarrollo de nuestros jóvenes talentos a modo que estén listos para las competiciones internacionales”.
Añorando el poderío del Super Rugby en etapas pasadas, Fitzpatrick señala que: “tuvimos el Super Rugby Aoteroa que fue increíble en 2020. A todo el mundo le encantó. Sin embargo ya desde el año pasado las cosas han sido distintas. Hemos echado de menos a los clubes sudafricanos”. Y anota: “El United Championship es un nuevo entretenimiento, es un nuevo producto. Mirando lo que era el Super Rugby… el Super 18, ¿era algo sostenible? Yo creo que no lo era”. “El Super 12 era un gran producto. De repente lo aumentamos a Super 14, Super 16 y Super 18 y todo explotó… perdió su atractivo” explica.
Mirando cara a cara a la sonada y posible inclusión de Sudáfrica en el VI Naciones, Fitzpatrick es tajante: “creo que no nos podemos permitir perder a Sudáfrica, no hay duda”. Además, el histórico talonador comenta: “creo que sería un día triste para el rugby. Se está hablando mucho de esa posibilidad, pero creo que hay una pregunta aún mayor que esa, y es en términos de qué competiciones queremos”. Y añade: “puede decirse que el VI Naciones es la mejor competición en el mundo del rugby en estos momentos, sin contar la copa del mundo. Creo que eso se ha demostrado en las primeras rondas de la competición. Es una competición atractiva y en esa línea… ¿por qué mirar a algo en términos de querer añadirle cosas cuando no está ‘roto’?”. Y Sean va más allá: “Personalmente, no me gustaría tener una selección del hemisferio sur en el VI Naciones por razones meramente históricas. Sé que no es una gran razón para no cambiarlo, pero la realidad es que el VI Naciones me gusta tal y como está”. Y destaca: “en cuanto al hemisferio sur… sería devastador para la competición el perder a Sudáfrica. No me gustaría que eso pasase”. “Para los All Blacks y los sudafricanos, si es que puedo hablar por ellos, es uno de nuestros grandes partidos. Diría que nos encanta jugar partidos entre nosotros. Los All Blacks y Sudáfrica son un gran producto, y si los capitales privados apuestan por algo, es por los buenos productos. Esperemos que todo siga evolucionando para asegurarnos de que tenemos el producto que la gente quiere consumir” confiesa.
Avivar la competencia y crear un producto atractivo se antojan esenciales para los grandes capitales que apuestan por el deporte. En consonancia con la posibilidad de la llegada de Sudáfrica al VI Naciones, y analizando los términos de una posible remodelación de la competición, el exjugador entiende que: “No creo que la llegada de Sudáfrica al VI Naciones suponga la salida de Italia del torneo. En el caso de que los springboks se sumen a la competición, muy posiblemente se convertiría en un VII Naciones”. Además, el All Black no vería con malos ojos la posibilidad de que el VI Naciones acogiese un formato de ‘ascensos y descensos’: “es posible que el formato de ascensos y descensos, con un partido de eliminatoria playoff para el equipo que termine en última posición sea una buena opción”.
Francia 2023
En la carrera por la esperada cita mundialista, a un año vista del evento, son ya muchas las selecciones que se postulan como favoritas. Según entiende Sean, analizando el gran estado de forma del conjunto galo, la anfitriona parte con la vitola de favorita: “creo que en este momento son el equipo más en forma del mundo del rugby, sin duda. Todo esto viene impulsado por su liga doméstica, el TOP 14. Creo que está siendo una gran competición en la que muchos jugadores están mostrando un gran nivel en sus clubes, y han llevado ese gran momento de forma también al rugby internacional”. Y además, acredita a Galthié como gran artífice del momento de forma de los franceses: “están mostrando sistemas de juego interesantes con buenas jugadas. Galthié está haciendo un gran trabajo, al igual que Shaun Edwards en términos defensivos. Tradicionalmente han sido una selección que ha confiado en su capacidad natural, pero creo que ahora tienen una ‘chispa’ especial”. “Algunos de sus delanteros son unos ‘ball carrier’ muy buenos, y eso influye mucho en el juego. Tener jugadores que puedan portar el oval con impacto es esencial, y ellos están haciendo eso. Además, cuentan con el mejor ‘9’ del mundo del rugby. Les aporta muchísimo” explica.
Tras tildar de favorita a la anfitriona Francia, Fitzpatrick avisa: “parten con ese favoritismo. Veremos si pueden lidiar con la presión de ser los favoritos en su país. Como ya vimos en Nueva Zelanda 2011, es algo complicado”. Serán muchos los escollos que separarán a Francia de una soñada final en su casa. Entre otros, el histórico hooker de los All Blacks apunta a Inglaterra: “muchos dicen que no está en un buen momento, pero Eddie ya mencionó después de la pasada copa del mundo que traería savia nueva a la selección. Se han cambiado algunos de los jugadores y creo que van a estar en la pelea. Tienen una plantilla completa, y volviendo a lo que he comentado antes, si miras a su delantera, especialmente a su primera línea, son especialmente buenos portando el balón. Tener delanteros que puedan jugar esa baza es importante”. Además, apunta: “creo que Dombrandt va a ser un jugador de clase mundial. Recuerdo que Eddie el año pasado comentó tras un partido de pretemporada que Dombrandt es posiblemente el mejor ‘12’ inglés del momento”. Y señala: “los equipos trabajan en ciclos, algunas personas también lo hacen. Eddie viene de Australia, y en Australia siempre han trabajado así. Ellos fueron uno de los primeros equipos en empezar a planear una Copa del Mundo con 4 años de antelación”, indica.
Mirando a ‘sus’ All Blacks en esta carrera de fondo en la que se convierte el camino a la Copa del Mundo, Sean aclara: “creo que Ian Foster sabe hacia dónde va todo. Tradicionalmente nunca hemos trabajado en ciclos de cuatro años, cada año intentamos seleccionar el mejor equipo para nuestras competiciones”. “Creo que ahora estamos desarrollando un equipo para la próxima Copa del Mundo, y en cierto modo, en términos de lo que los fans de los All Blacks se esperan, se podría decir que el pasado año ha sido decepcionante por las 3 derrotas”, anota. A lo que apostilla: “hemos llevado a muchos jóvenes talentos al rugby internacional. Creo que en el mundial de 2019, cuando perdimos contra Inglaterra, nos quedamos un poco expuestos en el fervor de la batalla mundialista. Algunos de los jugadores no habían estado en una situación así antes, con la exigencia y la intensidad que una Copa del Mundo requiere”. Y concluye: “posiblemente tendremos una idea más clara sobre el momento en el que estamos cuando juguemos en verano”.
Dibujando un paralelismo con su etapa como jugador, centrándose en la selección que logró el triunfo mundialista de 1987, el talonador comprende que: “creo que aquel equipo de 1987 estaba adelantado a su tiempo en términos del estilo de rugby al que solía jugarse en aquella época. Teníamos delanteros que podían correr con el balón, teníamos un hooker que se posicionaba en el carril del ala la mayor parte del tiempo… creo que sería interesante ver competir a aquel equipo en este mundial”.
Como broche a una brillante conferencia, Sean repasó con añoranza algunos de los tours más significativos de su etapa como All Black: “el tour a Sudáfrica de 1999 me dejó grandes memorias, no solo por los partidos, sino por la oportunidad de poder relacionarnos con las distintas comunidades. Creo que eso es algo que el mundo del rugby necesita”. Y reflexiona: “el deporte está en apuros en muchas comunidades. Y, ¿cómo se construye una buena base? Puedes llevar a selecciones o a jugadores internacionales a las comunidades y a clubes locales. El deporte amateur necesita una mano”.