No había margen de error y España no falló. Los Leones hicieron un partido redondo para lograr un resultado que revive los rescoldos de una hoguera que parecía morir ahogada en los mismo errores del pasado. El Mundial es aún posible, aunque siga siendo muy complicado. España necesita buenas noticias para creer y tanto el campeonato de Europa logrado por los Sub20 – merecido y acertado homenaje el que le brindó el Central – nos refuerzan pese a las carencias que seguimos teniendo en nuestro programa de alto rendimiento que estos días ha examinado el «Huevo» Hourcade. Esperamos con ansia conocer los pormenores del informe para ver la visión que se traslada a World Rugby de la situación de España.
En esta ocasión hasta la fortuna se alió con España con una expulsión justa a uno de los jugadores que más preocupaba en los nuestros como era el pilier Morozov. Pero más allá de esa tarjeta roja Los Leones fueron solventes durante los 80 minutos y no creo que el guión del partido hubiera cambiado si los Osos hubieran tenido sus 15 hombres durante todo el partido. Un cambio muy significativo de esta España es su disciplina. Parece que se han desterrado los errores de febrero y marzo y el propio Fernando Lopez nos contaba que han trabajado esta faceta con la ayuda de árbitros para controlar uno de los talones de Aquiles que teníamos y que han lastrado nuestra situación en el proceso de clasificación. Aparte la delantera de España estuvo a un nivel muy alto. Sólidos en melé donde la conexión entre López-Pinto-Zabala es clara. Los pilieres jugaron juntos y ahora el 2 y el 3 lo hacen cada fin de semana. Eso cohesiona para ganar solidez en una de las áreas determinantes. El maul de España volvió a ser decisivo volviendo a hacer daño. Guillaume imperial arriba.
Hay que hacer mención también a cómo España evitó que Rusia cerrara el campo para evitar que se jugara por los laterales. Si delante estuvimos bien atrás también estuvimos notables. El diablo Rouet siempre le da una marcha más al equipo. La opción de Guemes en el 10 – un 10 clásico y aseado – es un acierto y la ubicar en sus posiciones naturales a Gimeno y Perrin un plus. Quizás deberíamos «estallar» menos a Gimeno, que se juega el físico en cada jugada ya sea ofensiva, defensiva o de lucha en el aire. El back three funciona. Losada tiene aún algunos vicios del 7’s pero su nivel es muy alto. Minguillon y Bell fueron siempre peligros y seguros en defensa. Desde el banco España sumó. Un banquillo fuerte mantuvo el nivel físico ante los rusos y siguió permitiendo el dominio en el breakdown y las fases estáticas.
Ahora miramos a lo que se nos viene por delante y todo pasa por Ámsterdam. Si ganamos a los neerlandeses terminaremos la primera vuelta metidos en la pelea con Rumania y Portugal. El torneo del año que viene nos da el factor campo a favor – y sabiendo que será difícil – nos la jugaríamos en casa. Para ese escenario los próximos 3 partidos: los de Holanda y el de Rusia fuera son vitales. Quizás un planteamiento tipo «Cholo» de ir partido a partido sea lo que más nos convenga. De momento para el primero de esos partidos nos juntaremos un domingo, viajaremos un miércoles y jugaremos el sábado. Vamos lo de siempre. Veremos qué equipo somos capaces de juntar aunque estamos convencidos que podremos contar con un bloque fuerte y solvente.
España ganó, nos divirtió y nos devolvió la ilusión del sueño mundialista. Muchas veces nos preocupamos más de las críticas que de aceptar errores cuando nuestra obligación es la de obtener resultados. Ese es el indicador válido en el deporte y tras los últimos resultados en todas las disciplinas no estábamos para tirar cohetes. Recordemos que hemos estado fuera de los Juegos de Tokio, de los mundiales de 7’s y XV,… Centrémonos en lograr objetivos y no en calificar las opiniones de una afición que sólo está ávida de éxitos y vernos en otro contexto. Deberíamos centrar los esfuerzos en las cosas importantes y dejar al lado el ruido, pero qué sabré yo. Es solo una opinión.