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¿Puede un jugador de rugby convertirse en un jugador de póker?

©Stu Forster/Getty Images

A primera vista, el rugby y el póker son polos opuestos. El primero es un deporte de evasión y contacto en equipo, mientras que el segundo es un deporte mental, donde la estrategia y la habilidad se combina con el análisis estadístico y matemático. Sin embargo, ambos deportes tienen mucho más en común de lo que se cree, ya que son intensamente competitivos y requieren de un alto nivel de habilidad y determinación. Al contrario de cómo se retrata habitualmente a los jugadores de rugby, el ingenio y el pensamiento táctico forma parte de su rutina de entrenamiento. No es de extrañar que los jugadores de rugby, tanto en activo como retirados, se hayan convertido en grandes aficionados al póker, especialmente por la competitividad y los elementos mentales y físicos del juego de cartas.

Mike Tindall fue uno de los jugadores más consistentes de Inglaterra de su época. Su contribución en el campo llevó a la Rosa a jugar en 11 Torneos de las Seis Naciones y conseguir la Copa Mundial de Rugby de 2003. El tres cuarto centro nacido en Otley, West Yorkshire, jugó para Bath Rugby y Gloucester Rugby, y en sus últimos años como profesional vistió la camiseta de Minchinhampton Rugby Club. Sin embargo, cuando el ex capitán de Inglaterra no estaba en el campo, a menudo se le podía encontrar jugando al póker. Aunque sus ganancias en el juego de cartas no son tan impresionantes como sus logros en el rugby, Tindall participó en varios torneos importantes de Texas Hold’em, la variedad más popular y extendida del juego de cartas.

El francés Sebastien Chabal, el británico Shane Williams o el argentino Lucas González Amorosin son otras figuras del rugby que se han adentrado en el mundo del póker en los últimos años. Al fin y al cabo, el juego de cartas se ha convertido en una manera excelente para que los jugadores de rugby mantengan vivo su espíritu competitivo fuera del campo. Aspectos como la estrategia, el respeto, la humildad, la evaluación de los oponentes, la superación personal y la voluntad de ganar hacen que los jugadores de rugby sean buenos jugadores de póker. A pesar de ello, a diferencia del resto de juegos de cartas, hay un gran elemento de habilidad incorporado en el póker, y como tal, dominar la habilidad es fundamental para tener éxito en las mesas.

Al igual que cuando se está aprendiendo a jugar al rugby, hay mucho que aprender sobre el póker antes de comenzar a participar en partidas online y colocar las fichas en el bote. Sin embargo, cualquier jugador de rugby puede aprender a jugar al póker, especialmente al Texas Hold’em, ya que es la variedad más popular. El aspecto más importante es dominar completamente las matemáticas del juego de cartas, y eso implica dedicar muchas horas para aprender las reglas del póker, especialmente los valores de las manos o poker hands. En el Texas Hold’em, cada jugador recibe dos cartas propias y se reparten cinco cartas comunitarias boca arriba en la mesa. De esta forma, los jugadores deben formar la mejor combinación de cinco cartas con las dos cartas propias y las cinco comunitarias.

Clasificación de manos de póker

La clasificación de manos de póker sustenta todas las formas del juego al clasificar la fuerza relativa de los diferentes tipos de manos para que los jugadores puedan determinar qué mano es la mejor, siendo una ayuda esencial para la toma de decisionesen el juego. La escalera real, que se forma con cinco cartas consecutivas del mismo palo en orden de valor desde el 10 hasta el As, se sitúa en la cima de la clasificación de manos como la mejor mano posible. Los jugadores de rugby deben tener en cuenta que cinco cartas de valores secuenciales en el mismo palo que no sea una escalera real es una escalera de color, que solo puede ser superada por una escalera real u otra escalera de color, incluidas las cartas de mayor rango.

El poker o “quads”, como también se la denomina, es la siguiente mano más alta después de una escalera de color y una escalera real. Esta mano está compuesta por cuatro cartas del mismo valor. Por debajo se encuentra el full, que comprende la misma carta de valor en tres palos diferentes (trío) y un par separado de la misma carta de rango en dos palos diferentes; el color, cinco cartas del mismo palo en cualquier orden; y la escalera, cinco cartas de valor numérico secuencial compuestas por más de un palo. Finalmente, el trío (tres cartas iguales de palos diferentes) y la doble pareja (dos cartas del mismo valor, combinadas con otras dos cartas del mismo valor de otro palo) son las manos menos fuertes en el póker. Teniendo en cuenta esta clasificación, cualquier jugador de rugby puede empezar a dar sus primeros pasos en el juego de cartas.

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