Hace pocos días que finalizaron los Juegos Olímpicos de Tokio. Los segundos de forma consecutiva en los que el rugby ha tenido presencia gracias a la modalidad de Rugby 7, la cual también será olímpica en París 2024. Un deporte que ha levantado mucha expectación y que volvió a coronar a Fiyi con la medalla de oro en categoría masculina, mientras que en la femenina Nueva Zelanda le dio el relevo a Australia en lo más alto. World Rugby se mostró muy contento con los resultados, sobre todo en materia de promoción de esta disciplina, que le puede ayudar a crecer y a ganar mayor repercusión.
El objetivo del organismo es el de encontrar financiación en el sector privado para poder seguir realizando eventos a nivel mundial de rugby 7 que sean atractivos para el espectador. Y así poder conseguir el verdadero cometido que no es otro que este deporte encuentre su sitio, pues hasta ahora le ha costado mucho tenerlo. Las últimas informaciones sobre World Rugby hablan de varias empresas dispuestas a hacerse con parte del capital de la institución, aunque eso también implique que se llevarán una parte de las futuras ganancias. Necesario para sobrevivir en la etapa post-pandemia.
De momento serían conglomerados del sector financiero los interesados. Empresas dispuestas a invertir, recibir rendimiento y después poder revender su participación. Y la inversión de este tipo de empresas podría tener unos efectos casi inmediatos de llegar a confirmarse. Para comprobar el crecimiento de la World Rugby habría que esperar algunos años, pero el valor de la propia organización y de sus clubes escalaría varios puestos. Sin ir más lejos, el medio especializado casasdeapuestas.bet registró un aumento dilatado de las apuestas al torneo Seis Naciones después de que CVC se hiciera con un 14,3% de sus derechos el pasado mes de marzo.
Las apuestas podrían ser solo un pequeño indicativo de lo que puede llegar a generar el próximo torneo a seis bandas o cualquier otra competición que decida tomar un camino similar. Y es que es la firma CVC precisamente una de las candidatas a poder hacerse con parte de World Rugby. La otra sería KKR, una multinacional estadounidense de fondos de inversión y capital de riesgo. Esta última no ha estado especialmente vinculada al mundo del deporte, pero CVC sí que tiene mucha más experiencia. Desde la Fórmula 1 hasta la oferta más reciente que le ha hecho a la liga española, pasando por la Federación Internacional de Voleibol y ahora también el rugby.
Además del Seis Naciones, la empresa se involucró en la Liga Celta y la liga inglesa sumando más de 826 millones de euros invertidos en rugby profesional. En el torneo a seis va a tener el mismo poder de decisión que cada una de las naciones, pues ese 14% representa una séptima parte del negocio. Eso sí, no podrá decidir sin ellas a quien vende esos derechos en el caso de que decida hacerlo, pero sí que se va a llevar parte del pastel del próximo acuerdo televisivo. Tras los intentos fallidos de invertir en Australia y Nueva Zelanda, CVC se hace fuerte y ahora podría ir a por la World Rugby.
Eso sí, con el Six Nations fue más de año y medio de negociación, por lo que el proceso va para largo. Si bien desde el organismo mundial no quieren tardar demasiado en tener un claro candidato comprador, pues aprovechar el tirón de la cita olímpica ha sido su objetivo desde que se conoció su inclusión en el calendario de los Juegos. Aunque una operación de este tipo tampoco pueda tomarse a la ligera.
Un deporte en venta
Quizá es duro de escuchar, pero el rugby se ha convertido en los últimos años en un deporte en venta. Una disciplina que no termina de encontrar su hueco en los grandes medios y que está tratando de promocionar su producto como sea para poder llegar a un público más masivo. El mejor ejemplo es el de la División de Honor española. La Federación Española de Rugby ha estado tratando en los últimos años de aliarse con Movistar, pero el hecho de no poder emitir en abierto terminaron por suponer un impedimento demasiado grande.
Tampoco la alianza con Teledeporte fue demasiado fructífera, pues en mitad de 2019 rompieron relaciones dejando sin espacio televisivo al torneo español. Y quizá Eurosport es con el que mejores resultados se han obtenido, pero ya ha pasado bastante desde su desinterés.
También nuestros vecinos franceses tratan de encontrar un comprador para sus derechos a partir del año 2023 en adelante, pues hasta esa fecha es cuando Canal+ tiene firmado un contrato que todo apunta a que no se va a renovar. Sin noticias de los interesados, hablamos de que el precio sobrepasaría los 100 millones de euros, por lo que el inversor deber ser un gigante de la comunicación.
Y estos dos países son solo un ejemplo de lo que puede venir de aquí en adelante, más ahora que el rugby 7 ha dejado un poso tan bueno en los fanáticos de los Juegos Olímpicos. La empresa financiera Silver Lake, que logró invertir en el rugby neozelandés, y hasta Amazon, que coqueteó en su día con el Seis Naciones, podrían estar al acecho y ser los siguientes.