El Cisneros cumple 75 años, una cifra muy significada que el club quiere aprovechar para movilizar a su amplia masa social con diferentes eventos y citas que irán copando el calendario de los próximos meses. Para hablar de estos 75 años y del futuro a corto y medio plazo del club Revista 22 se ha sentado a conversar en el colegio con tres generaciones de jugadores y dirigentes del Colegio. Su actual presidente, Gonzalo Barbadillo, un ex alumno del Colegio que ha tomado las riendas del Cisneros «con mucha ilusión y responsabilidad», con Cafrune, uno de los históricos jugadores y presidente en su día, y con Óscar Morales, Morris, otro clásico del colegio.
-Revista 22: ¿Cómo se afronta esta fecha tan señalada para un club con la tradición que tiene el Cisneros?
-G. Barbadillo: Son 75 años muy vinculados a estas paredes donde se originó todo, el colegio Cisneros. Vamos a aprovechar la cita para realizar una campaña con muchas actividades a lo largo del año y estamos involucrando a todos los estamentos: al rector de la Complutense, a la Federación de Rugby, al CSD, Comunidad, Ayuntamiento… Habrá partidos con los Classics y veteranos, habrá charlas y eventos con patrocinadores. Es una fecha que nos va a permitir dinamizar a nuestra masa social. Nos da mucho empaque y visibilidad y nos servirá para movilizar a toda la estructura social.
-Revista 22: Cisneros cumple 75 años con una filosofía que entiendo que va a seguir marcando el futuro del club, ¿no?
-G. Barbadillo: Somos amantes de la filosofía y de la esencia del club, que es su cantera. Los últimos 20 años ha cambiado mucho porque antes la cantera era un equipo de juveniles y ahora tenemos una estructura de cantera enorme tanto en masculino como en femenino. Esto nos permite tener una salud deportiva importante. Pero es cierto que el rugby está cogiendo una dimensión muy importante y hay equipos que se están reforzando gracias a su capacidad económica. Nosotros estamos sentando las bases profesionalizando la estructura de gestión, que prácticamente no la teníamos profesionalizada. Queremos que sea el motor que nos permita captar más recursos y seguir trabajando la base y que la cantera sea el pilar. El tiempo nos va a delimitar cómo de competitivos queremos ser. Si tu te trabajas bien a uno o dos patrocinadores y te dan dinero, podrías traer cinco o seis jugadores y competir por ganar la Liga. Pero estamos convencidos que eso dura lo que dura, que es pan para hoy y hambre para mañana. Y ese el punto de equilibrio que queremos buscar: tener cantera, pero darle recursos para que sean competitivos.
-Cafrune: Yo veo al club con muchísima salud. Gracias a Dios creamos la Escuela y la Escuelita, que es lo mejor que ha hecho el club en los últimos 35 años. Crear esa escuela y tener una cantidad de jugadores que alimentan a todos los equipos y nos permitan estar donde estamos ahora. Cuando yo jugaba el único equipo que había que no era senior era un juvenil y porque obligaba la FER a todos los de DH. Pero solamente obligaba a tener un juvenil. El 85% por ciento de los jugadores del equipo vivían en el colegio y el 15% vivía en Madrid fuera del colegio. Era muy simpático que el domingo a las 11 llegaban los 3 o 4 de fuera, se cambiaban en nuestras habitaciones y salíamos todos del colegio con el uniforme y las botas recuerdo las botas sonando por las escaleras. Estabas jugando con uno con el que convivías todo el año. No en el entrenamiento. En todo, en estudiar, en el comedor, en ir a tomar cañas, ir a tomar copas… Era una familia. Ahora es al revés
-G. Barbadillo: La mayoría de esa gente que entraba comenzaba a jugar en el colegio, algo que te podías permitir en el rugby de antes. Ahora prácticamente hay un 5%, pero son gente que viene de jugar de otros sitios. Los últimos años gente que haya empezado en el cole y llegue al máximo nivel ha habido muy pocos. Los tiempos han cambiado. El plazo de medio de estancia en el colegio de antes y el de ahora no tiene nada que ver. Hubo gente que se pasó aquí diez años y ahora al segundo año han salido. No echan raíces y ese vínculo se pierde un poquito. Por eso estamos trabajando eso.
-Morris: Yo estuve 11 años en el colegio. Y antes era muy diferente porque nadie se quería ir a un piso. Y además seguimos manteniendo esa relación porque se hacen comidas de promociones, encuentros…
-Revista 22: Otra de las señas de identidad del club es su juego a la mano con el protagonismo de los tres cuartos.
-G. Barbadillo: Esa alegría o ese juego más abierto lo da un poco el origen universitario, el atrevimiento de los jóvenes. Además, por la gente que había aquí nos faltaba tamaño delante porque no había ni peso ni altura y eso nos obligaba a jugar atrás.
-Cafrune: Hay una cosa curiosa. La cantera lleva pocos años consolidada y hoy muchos de los que la llevan no han jugado. Llegan al rugby por los hijos. El rugby ha traído a los padres a la Escuela para ver el ambiente que existe y les atrae enseguida. Y hoy la cantera la llevan los padres de los chicos que en un porcentaje alto no ha jugado.
-Morris: Hace 20 años, cuando empezamos, éramos cuatro entrenadores y ocho niños. Ahora llega mucha gente de otros deportes rebotados y se quedan porque les gusta el respeto que se enseña aquí.
-G. Barbadillo: De hecho, estamos atacando un plan de colegios para captar chicos a partir de los 14 que vienen rebotados de otros deportes. Como el fútbol donde lo que hay detrás no termina de gustarles. La gente empatiza con el rugby porque los valores y la camaradería nos ayudan.
-Revista 22: Hablemos de un tema trascendental. La profesionalización de los equipos de División de Honor está poniendo al primer equipo en una situación comprometida.
-G. Barbadillo: El año pasado ya dijimos en el balance que se hizo de la temporada en la junta que probablemente fue la temporada más exitosa de la historia, porque de todos los equipos que tenemos todos habían competido y habían quedado en la parte alta del grupo, y las chicas llevan un recorrido potente. La salud de la cantera es envidiable, pero es cierto que el equipo masculino es el referente y estamos en ese momento crucial. El otro día discutíamos en una reunión de junta si era un drama descender a División de Honor B o no. Y hay unanimidad. El modelo necesita que el masculino esté en DH, pero si ocurre y acabamos descendiendo lo que no queremos es que sea un drama. Y seguiremos trabajando para que el equipo vuelve a estar ahí, pero sin perder la cabeza. Podemos romper la esencia y traer a cuatro jugadores para reforzarlo en posiciones clave (un 10, pilares…) y seguramente nos quedaríamos en DH con holgura. Te diría que estamos sufriendo por no tener un especialista en el pateo. Pero no queremos perder la cabeza, aunque la idea es que se mantenga el modelo. No quiero pecar de romanticismo tampoco.
-Morris: Ya estuvimos en División de Honor B hace no mucho, se trabajó con la filosofía de cantera como siempre y se volvió. Sin perder la cabeza.
-G. Barbadillo: Y hace tres años estábamos jugando la final de Copa y Supercopa. La crisis ha venido bien a nuestro modelo.
-Morris: Se nos han ido veintitantos jugadores y todos cobrando a otros equipos desde la final de Copa. Somos la cantera de División de Honor.
-G. Barbadillo: Nos pasa también con el tema del 7. Somos el equipo que más aporta a la selección de 7. Antes de Pablo Feijoo, que fue alumno del colegio, ya éramos el equipo que más aportaba. Por ejemplo, a los Juegos Olímpicos fueron cinco. Estamos muy orgullosos de que los jugadores vayan a la selección del 7, pero hay que hacerlo de otra forma porque nos hace mucho daño. Tenemos que hacer algo con la FER. La FER de 7 se ha convertido en un club con el que no puedes competir. Hemos roto acuerdos con chicos porque nos dejaban por el 7. Y hay que cambiar las cosas. No podemos permitir asumir el coste del piso, ayudar en el trabajo y que el chico no juegue con nosotros. No es un problema de Cisneros, es extensible al resto de equipos.
-Revista 22: ¿Contemplan reforzar el equipo con jugadores que cobren para tratar de asegurar la permanencia?
-Cafrune: No me gustaría que mi club tuviera cinco o seis jugadores que cobran y además cobran miserias que no les sirven para nada. El rugby, porque el campo está al lado del colegio, siempre ha sido un plus en la formación del estudiante que venía al Cisneros. Los terceros tiempos, la fraternidad… Eso se aplica luego a la empresa. No es un mito. El que ha jugado aquí cuatro o cinco años no olvida nunca esos valores. Que venga alguien que solo juega porque viene a cobrar unos euros, no lo veo.
-Morris: La gente que entra nueva ya está diciendo por detrás que hay que hacer lo otro, pero la historia de Cisneros es cantera y amateurismo. Es Universidad.
-G. Barbadillo: Puede haber un modelo mixto y por eso trabajamos con becas o acuerdos con empresas para facilitar trabajos a los jugadores. Estamos trabajando con agencias que nos ayudan a reforzar sus competencias, que aportan mejoras de formación laboral. Muchos entrenan y luego se vuelven a trabajar, y después tienen que competir con los del Quesos que entrenan mañana y tarde. Si tu le pagas a un chaval sueldo hasta los 28 años y no le formas, ni le ayudas a moverse en el mercado laboral, les dejas tirados al acabar de jugar al rugby. Iremos buscando dar un paso más, no con sueldos, pero dar un paso más en otro formato que nos permita ser más competitivos y mantener la esencia. Incluso podemos ganar la Liga con las chicas, que nos da mucha más visibilidad y hasta más retorno.
-Revista 22: La fuerza del Cisneros sigue siendo la formación y la fraternidad de sus alumnos. ¿Cómo trabajan eso en estos tiempos?
-G. Barbadillo: Pues es algo que nos preocupa y que estamos trabajando. Siempre ha sido una prioridad.
-Cafrune: La gran satisfacción del Cisneros siempre ha sido es que fulanito haya hecho la carrera de arquitecto. Ellos se acuerdan de que se le ayudó a lograrlo y siguen reconociendo eso y agradeciéndolo. Si sumas rugby y colegio mayor, obtienes una familia.
-G. Barbadillo: Cuando jugamos un partido de veteranos fuera, todos los exalumnos y exjugadores de la zona se acercan. Es un lujo disfrutar de una familia como tiene Cisneros por toda España.
-Morris: Esa complicidad de todas las generaciones de Cisneros es mucho más valiosa que cualquier título. Da igual adonde vayas que siempre habrá un exalumno y algún exjugador.
-Revista 22: Pues muchas felicidades y que celebren el 75 aniversario con salud.