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Internacional

«Digan a los entrenadores de los chicos que les enseñen a ser buenas personas, a hacer amigos y a divertirse»

Hugo Porta es una leyenda del rugby. Argentino y mundial. El 10 de Banco Nación visitó Madrid a su vuelta de Mónaco tras la ceremonia de entrega de los Premios Laureus, donde tiene un rol protagonista. Porta se reunió con varios periodistas españoles para promocionar las finales de la EPCR en Bilbao el próximo mes de mayo. Revista 22 tuvo el honor de compartir mesa y un delicioso cocido con el mito argentino en el restaurante Carola. Un doble placer, por la conversación y por la compañía. Esto es lo más destacado de la conversación.

CAMBIO DE JUEGO: «Yo jugaba en toda la cancha. Antes el 10 recibía la pelota y hacía lo que yo creía que debía hacer. Pensábamos. Leíamos el juego y actuábamos en consecuencia. Hoy los jugadores juegan en un palmo de terreno del que no se salen porque el entrenador de vídeo le dice una cosa, el de ataque otra, el de pateo una más… No pueden tomar decisiones. Encima ahora tienen al del banderín, que se quiere hacer notar, o al que está viendo la televisión, que tiene que recordar que está allí. Y así es imposible. Hay que decidir y acertar o equivocarse. Eso es el rugby».

PROFESIONALISMO: «Nosotros jugábamos por la camiseta. Dos o tres partidos al año. Ahora no digo que no le pongan sentimiento a jugar con los Pumas, pero juegan diez partidos al año y hay plata de por medio. Para mí los que juegan con los Pumas debían pagar en lugar de cobrar. Porque jugar con los Pumas te da un status como jugador que duplica o triplica tu sueldo en los clubes de Europa. Así que deberían pagar y el dinero que se necesita para pagarles lo invertiría en los clubes, que son el verdadero elemento dinamizador del rugby de un país. En Argentina, en España o en Zimbawue. No creo en las soluciones universales que se proponen desde los despachos porque no muestran sensibilidad con la identidad de cada país. En Argentina el rugby es amateur y lo debe seguir siendo porque está en lo más profundo de nuestras raíces y nuestro convencimiento. En Samoa es un juego, porque ellos tienen un sentido lúdico de la pelota diferente a lo que proponen por ejemplo en Sudáfrica».

LOS JAGUARES: «No extraña lo que está pasando con ellos. Los Jaguares son un producto de la profesionalización del rugby. No son un club ni una selección. Son un grupo de jugadores que se reúne cobrando plata para medirse a otros grupos formados de forma parecida. No hay un sentimiento de pertenencia»

LOS PUMAS: «Me da pena ver cómo los Pumas, que son una marca en la que se trabaja por el éxito y para hacerla crecer, encadenan groseras derrotas. Me gusta Hourcade porque creo que devolvió al equipo la intención de jugar en cualquier parte del campo, pero es difícil disociar que hoy jueguen por plata. ¿En qué momento un jugador va a arriesgar tu puesto en la selección y la plata que eso te reporta haciendo más trabajo del que tienes asignado? Lo que no compro es el cuentito ese de que vamos a ganar a Nueva Zelanda. ¿Lo veré antes de morirme? Puede, pero no parece que sea ahora».

MUNDIAL 2019: «Los All Blacks están un escalón por encima de todos. Ellos andan siempre por delante, están en otra cosa. El rugby se ha convertido en un deporte muy físico, pero los kiwis sí apuestan por el talento, por mantener la pelota viva siempre y jugar desde cualquier punto del campo. Sudáfrica siempre vivió más del físico y ahora que todos han crecido físicamente, a ellos nos le da para ganar. Y Australia siempre se apoyó en el rugby XIII para hacer competitivo su juego. Del norte miro con curiosidad a Eddie Jones y a Inglaterra. Y a los irlandeses, que son los argentinos de Europa por su forma de ser y entender el rugby. ¡A Francia la ves y no se puede creer! ¡Tipos que no saben que hacer con la pelota, con lo que han sido los franceses!».

ESPAÑA: «No soy yo quien para dar consejos, pero el rugby es de los pibes. El rugby de un país es el rugby de sus clubes. Díganle a los entrenadores de rugby de los chicos que les enseñen a ser buenas personas, a hacer amigos, a divertirse. Si no placan o la pasan mal, no pasa nada. Eso se entrena. En el rugby lo importante es pensar, escuchar y divertirse. No intentemos fabricar jugadores de rugby. Eso llega luego. Pero antes que jugadores somos personas».

La próxima, será en Bilbao con motivo de las finales de la Champions y Challenge Cup.

1 comentario

1 comentario

  1. Pocho Zaracho

    3 marzo, 2018 en 6:52 pm

    Pertenece a un rugby de otro tiempo. Coincido que los pibes deben divertirse. Hoy todo es profesional. El rugby argentino se retrasa con el amateurismo.

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