Los All Blacks pasaron por Madrid después de sus emocionantes jornadas en Oviedo en la entrega del premio Princesa de Asturias de los Deportes. Con Grant Fox a la cabeza, el histórico apertura que conquistó el Mundial del 87 con los All Blacks, comparecieron Keven Mealamu, Israel Dagg y Jordie Barrett.
Los tres respondieron a las preguntas de una decena de periodistas antes de acudir a un acto organizado por la embajada de Nueva Zelanda en el Museo del traje, frente al estadio Central de Rugby de Madrid. El encuentro dejó varios titulares. Los All Blacks volvieron a mostrar su humildad y recordaron que son simplemente jugadores de rugby. «Nosotros sólo hacemos una cosa mejor que el resto de habitantes de Nueva Zelanda, que es jugar al rugby. Si se nos va la cabeza, nuestra mujer o nuestra madre nos pondrán en nuestro sitio rápidamente», admite Fox.
Keven Mealamu, 100 caps con los All Blacks, fue el encargado de llevar la batuta en la haka que interpretaron en el Teatro Campoamor. El talonador confesaba que «sentimos nervios al iniciar la haka. No era el sitio habitual en el que lo escenificamos ni la audiencia que solemos tener». Dagg lo confirmaba con su cabeza y abriendo los ojos.
Precisamente fue Dagg el que abrió la puerta a la esperanza para el rugby español. «Hemos tenido unos entrenamientos con niños y niñas estos días, jugadores jóvenes. El juego está creciendo aquí, la gente que tiene más experiencia está ayudando a los niños, que muestran pasión y tienen mucho talento: cómo se mueven, cómo trabajan. Creo que el rugby va a crecer en España». Después, preguntado por José Manuel Ibáñez, analizaba los posibles rivales de cara al Mundial: «Es muy buena pregunta, pero somos los All Blacks. Todos los que equipos que saltan al campo para enfrentarse con nosotros salen extramotivados para ganarnos. Y convivimos con ello. Inglaterra, los países del sur, Francia… Todos mejoran cuando se acerca el Mundial».
Jordie Barrett, por su parte, recordó haber jugado contra España, «que tenía muy buenos jugadores», en su etapa en las Series Mundiales de Seven con los All Blacks. Y cerró su intervención hablando de lo que supuso haber jugado junto a sus hermanos Scott y Beauden en los All Blacks: «Fue algo especial, pero en realidad los XV que estaban en el campo son mis hermanos. Así lo sentimos todos los que pisamos un campo de rugby en cada partido».