Tercera jornada del Seis Naciones con sorpresa mayúscula en Cardiff. Gales derrotó a Inglaterra en un partido solvente de los dragones muy bien trabajados en la pizarra por Warren Gatland. Los galeses apostaron por tener la pelota y condicionaron el juego de una Inglaterra sin ideas que esta vez no arrasó a su rival con las patadas altas de Owen Farrell.
Inglaterra salió con brío y se puso por delante gracias a una patada a palos de Farrell y un ensayo del joven Tom Curry, que aprovechó un error de la defensa galesa en un ruck, al no poner un poste. El 3-10 al descanso no inquietó, sin embargo, a los locales que dieron un vuelco a su juego cuando Biggar sustituyó a un gris Anscombe. Con el 10 de los Ospreys en el campo, Gales se mostró más incisiva.

Manu Tuilagi es placado por Liam Williams/ Photo ©INPHO/Andrew Fosker
El marcador indicaba un 9-13, tras intercambiar varios golpes, cuando el partido entró en su recta final. Gales comenzó a mover a la defensa hasta encontrar una fisura que el gigante Hill adivinó lanzándose de cabeza a ensayar tras recoger una bola colgada por Biggar. Inglaterra, muy desdibujada en ataque, no lograba frenar el empuje de los de rojo.
Y entonces llegó la jugada clave a dos minutos del final. Una melé en la que los gordos galeses sometieron a los ingleses, arrancando una ventaja que permitió a Biggar jugarse una bomba cruzada de 40 metros que Josh Adams cazó por encima de Daly en la esquina para ensayar con buenas manos. El 21-13 final suponía la 12ª victoria consecutiva de los galeses, la mayor racha de su historia. Mientras que devuelve a Inglaterra a las dudas y las sombras con un rugby ofensivo pobre y una defensa física insuficiente ante la rocosa Gales.

Guirado en un ruck del partido ante Escocia. / Photo ©INPHO/James Crombie
Antes, en París, el XV del gallo se sacudía las críticas con una victoria cómoda ante una Escocia muy disminuida por las bajas que ya parece dejarse ir en este Seis Naciones. Sin Hogg ni Russell, los del cardo no fueron rival para una Francia más animosa que de costumbre. Pasados 18 minutos Francia ya ganaba 10-0 con un ensayo achampagnado de Ntamack en su nuevo rol de apertura. Al descanso se llegó con 10-3, pero a la vuelta Huget posaba otro ensayo que rompía el partido definitivamente. Dos ensayos finales franceses de Alldritt y uno de Ali Price colocaron el marcador en un 27-10 final. Primera victoria para los galos que relaja un poco el ambiente y derrota esperada para los escoceses que ya andan más preocupado de llegar al Mundial con todos sus jugadores recuperados que de los partidos que le quedan en el Seis Naciones.

Tadhg Furlong es placado por Leonardo Ghiraldini / Photo ©INPHO/Billy Stickland
El último partido de la jornada llevó a Irlanda a Italia, donde volvió a dejar muchas dudas en su juego. Los de verde se fueron al descanso perdiendo (16-12) y dejando una imagen preocupante. La renovada Italia, que sigue construyendo una identidad de juego con un grupo de jóvenes que poco a poco van asumiendo responsabilidad y galones, se mostró valiente con la pelota y dura en defensa. Dos ensayos de Roux y Stockdale hicieron pensar en otra victoria sencilla de los irlandeses, pero tras el minuto 20 los de verde se dejaron ir y los azzurri se vinieron arriba logrando dos posados por parte de Padovini y Morisi, a los que sumaron dos golpes de Allan.
Pero hasta ahí le llegó la gasolina a los transalpinos, que no anotaron ningún punto en la segunda mitad. Los irlandeses tiraron de oficio para sumar dos ensayos más en la segunda mitad y ganar el bonus ofensivo. Earls y Murray sentenciaron el choque, pero Irlanda se marchó de Roma sembrando muchas dudas de cara al partido final ante Gales.