Sudáfrica venció a Gales por 19-16 en la segunda semifinal de la Copa Mundial de Rugby y se medirá a Inglaterra por la Web Ellis Cup, el próximo sábado. En un partido parejo, reñido y extremadamente físico como habían anticipado ambos protagonistas en la previa, los Springboks se impusieron gracias al ensayo de Damian de Allende y a los 14 puntos de su apertura Handre Pollard.
En esos términos Sudáfrica tuvo una marcha más durante toda la primera mitad. Bien desde la melé, que dominó, bien desde ese maul de toucge que tan bien dominan De Jager y Etzebeth, fue ganando la batalla física a la delantera galesa. Choque a choque, con la pelota y sin ella, Vermeulen, Du Toit y Kolisi se hicieron los dueños del centro del campo.
Ante la propuesta de los bicampeones del mundo, Gales se mantuvo en partido gracias al oficio de Alun Wyn Jones (142 caps), Biggar y a la aparición del Hadleigh Parkes que se multiplicó en defensa. Halfpenny se jugó el cuerpo en cada patada a cargar y de sus manos nació un contragolpe del Dragón que se estiró hasta la zona de 22 rival y que se tornó en definitivo para George North. Cuando el poderoso ala esperaba una patada a seguir, se rompía en la carrera y tuvo que dejar el partido lesionado.
En el marcador, pese a toda la tensión, ambos aperturas castigaron cada indisciplina rival en porcentaje similar a la posesión y al territorio, y a las sensaciones que unos y otros dejaban: Sudáfrica 9-6 Gales al descanso. Nada de regresar de los vestuarios, el diez galés convertía un nuevo golpe de castigo para empatar la contienda.
De Allende culminó el trabajo de su delantera para posar el primer ensayo del partido. El centro apareció para hacer bueno, jugando en ventaja, un destello de calidad de Pollard. Con veinte minutos por jugar y el 16-9, el camino sudafricano hasta la final se despejaba.
Con todo en contra Gales sacó el mismo orgullo que le llevó a remontar contra Francia. Juntó a sus delanteros en la touche y con más fe que pericia fue cociendo a fuego lento el asedio a la zona de marca de los Springboks. Los sudafricanos defendían de forma ilegal pero Gales no quiso ir los palos y pidió melé. Valiente, la pelota le llegó al ala Josh Adams que hizo su sexto ensayo del campeonato igualando a Shane Williams. Sin Biggar en el campo por la entrada de Patchell, fue Hallpenny quien sumó la conversión pegado al la línea de lateral. El marcador quedaba 16-16 y todo se iba a decidir en el último suspiro.
Alentados por la conquista los galeses los de Warren Gatland volvieron al ataque. Con un ritmo cansino, cada ruck costaba un mundo, cada placaje era un esfuerzo y Gales se diluyó. Patchell intentó un drop que no alcanzó los palos. La última iba a ser par los de verde y oro. Pollard, de nuevo, aprovechó el gran trabajo de sus delanteros que supieron sacar un golpe de castigo en campo contrario. Esquinado, ajustó la mira y selló el billete a la final. Golpe a golpe, Sudáfrica se impuso ante la extenuación galesa.
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