Partido final a una extensa e intensa temporada entre los dos equipos de Valladolid que se conocen a la perfección. Queseros y chamizos han dominado el último lustro del rugby español y ahora ponen en juego el título de Liga en Zorrilla, un escenario que se estrena en esta competición. Después del éxito en las finales de Copa, ahora le toca a la Liga abrir las puertas del coliseo vallisoletano.
-El escenario: El precedente de la primera Copa jugada en Zorrilla servirá a Diego Merino para recordar a los suyos el peso del estadio. Un escenario que impone y que no es el habitual campo en el que entrenan y juegan ambos equipos. Entonces algunos jugadores admitieron que el estadio les impresionó, incluso les intimidó. En esta ocasión ya no debe ser así y el escenario solo debería tener relevancia para los pateadores, acostumbrados al Pepe Rojo. También estarán pendientes de la meteorología. Parece que no lloverá, pero hay que ver si el viento cobra protagonismo.
-Posesión: Los dos equipos se destacan, por encima de todo, por sus devastadoras delanteras. Y para sacar rédito de ellas necesitan la posesión. Tienen líneas con capacidad para desplegarse en el juego abierto, pero su identidad de juego habla de dos equipos muy potentes en el eje que dominan los partidos apostando por la conservación de la almendra.
-Territorialidad: Chamizos y queseros tratarán de alejar el juego de su 22. La presionante defensa del VRAC intentará asfixiar a los de Juan Carlos Pérez en su campo. Y está por ver si Bocas prefiere trabajar el eje para ir ganando metros con paciencia o si decide no arriesgar ni desgastar a sus delantera y sacar el partido de su campo con patadas al lateral o a la caja.
-Disciplina: Los partidos entre ambos suelen ser igualados y con marcador corto. Eso otorga mucha importancia a la disciplina, porque un golpe puede decidir el partido. Alhambra Nievas tendrá que estar muy encima de las jugadas porque se miden dos delanteras poderosas, agresivas y muy trabajadoras en los puntos de contacto.
-Banquillo: En partidos de temporadas anteriores había un acusado desequilibrio en la profundidad de ambas plantillas. El VRAC cuenta con una nómina espectacular con dos jugadores sobresalientes por puesto desde hace años. SilverStorm ha ido reuniendo jugadores poco a poco para disponer de ese plus que salga del banquillo y les permita competir de igual forma los 80 minutos de partido.
-Playmakers: El campo estará regado de jugadores con talento técnico y táctico para generar juego a su alrededor. Juan Ramos librará una interesantísima batalla con Chris Eaton por imponer el ritmo y que se juegue lo que sus técnicos han diseñado en la pizarra. Flequi, que tendrá enfrente a Sam Katz, alineará a su espalda una pareja de centros que generan mucho volumen de juego como Gas y Alvar. Enfrente lo normal es que estén Nuu Junior y Rust, dos tres cuartos poderosos en el ataque de la línea de ventaja. Y otro duelo espectacular se vivirá en la posición de zaguero, donde la altura de Graaff en las patadas altas puede complicar algo el trabajo a su compatriota Wessel-Bell.
-Racha: Son ya cinco los partidos que acumula el VRAC enlazando victorias en sus derbis con los chamizos. Bocas tendrá que trabajar anímicamente eso para que sus jugadores no salgan condicionados con ese handicap de arranque ante un rival que siempre les pone las cosas muy complicadas.
-Entrenadores: Juan Carlos Pérez tendrá que exprimir su pizarra para encontrar algo que incomode a los queseros. Bocas siempre se ha sacado algún as de la manga en los partidos ante el eterno enemigo. Alguna variante ofensiva o alguna treta táctica para generar incertidumbre en el VRAC. Merino le conoce bien y estará atento a las emboscadas que le propone Bocas en los partidos. Mar Álvarez ha preparado a los chamizos para llegar a la final en su mejor momento de forma de la temporada y eso el VRAC debe tenerlo en cuenta.
