Intenso día el vivido ayer con motivo de la adjudicación de la próxima final de la Copa de S.M. El Rey a la candidatura de Valencia. El Rugby vallisoletano y sus instituciones – dolidos por haber perdido el concurso – han expresado su malestar por la designación de la sede de la final a escasos días de jugar las semifinales de este fin de semana.
Una cosa parece clara: Cualquier decisión que hubiera tomado Alfonso Feijoo y su comité ejecutivo no hubiera dejado contentos a todos. Debemos recordar que el fin último de la FER es la promoción y difusión de nuestro deporte por todo el territorio nacional. Además, si la candidatura de la FRV y de la Fundación Trinidad Alfonso e Instituciones de la ciudad del Turia era mejor: ¿Por qué no iba a llevarse la final a un escenario diferente para conquistar un nuevo territorio?
Valladolid ha demostrado en la última década que son la punta de lanza del rugby español y su aportación al desarrollo del deporte es indiscutible. Sus instituciones, sus clubes, sus aficionados son un espejo para todos los clubes que quieren y ansían un rugby mejor más cerca del profesionalismo. Y ya no hablando sólo en términos de primer equipo, sino de estructuras, organización, capacidad de generar valor añadido,… El producto Zorrilla vino a salvar de la deriva y el ostracismo a nuestro deporte para darle una nueva perspectiva y horizonte. ¿Quién se iba a imaginar un estadio de fútbol con unas H, y lleno hasta la bandera? Nadie. Solo los clubes e instituciones de Valladolid lo lograron. Es más, lo hicieron pese a muchas trabas. Crearon un producto, lo rentabilizaron y lo hicieron además duradero en el tiempo. Pero su éxito no debe cerrar las puertas a que otros arriesguen y puedan crecer juntos. Aprovecharse del knowhow y el camino recorrido por Valladolid para desarrollar todo el rugby en toda España.
La decisión de la FER y de Alfonso Feijoo me parece acertada. Valencia es una candidatura de garantías. El rugby valenciano también quiere crecer. Tiene un representante recién ascendido en la Liga Heineken – haciendo una muy buena campaña – y copa el grupo B de la categoría de plata. Arriesgado me parece decir que Valencia no tiene afición con clubes con historia como el CAU, Les Abelles, Tecnidex, Tatami,…, y hablo sólo de la ciudad. Ahora bien: ¿Se ha comunicado correctamente? Creo que ahí la FER no lo ha hecho bien. Feijoo repitió ayer en varias ocasiones que se había comprometido a desvelar la sede lo antes posible. ¿Por qué no lo hizo antes? ¿Por qué no se comunicó por ejemplo justo después de saber qué equipos jugarían las semis? La sensación que da al hacerlo apenas 4 días antes es que sería muy complicado elegir Valencia si los equipos de Pucela reeditan la final de 2016. Sería muy duro – sabiendo que chamizos y queseros son finalistas – decirles: Chicos a Valencia. Ahí creo que los clubes e instituciones vallisoletanos tienen razón. ¿Acaso quería ahorrarse las presiones de la candidatura de Pucela si sus equipos eran los finalistas, que le llevarían a descartar Valencia?
Alfonso Feijoo ha sido valiente. Creo que todos los que me habéis leído sabéis que no soy sospechoso a la hora de alabar o ensalzar las actuaciones de la actual FER. Es más, soy uno de los periodistas vetados y hasta boicoteado por la institución. Durante mucho tiempo hemos criticado el inmovilismo de la FER. ¿Y ahora que toma decisiones arriesgadas por el bien común del desarrollo y la difusión del deporte en zonas con un gran potencial de crecimiento no quejamos? No podemos ser tan hipócritas o dejarnos llevar por el “forofismo” que algunas veces nos invade.
Sabemos que la decisión no es fácil de digerir para Valladolid y para todo lo que representa su rugby. Pero una vez más el rugby vallisoletano puede demostrar que lidera el oval acompañando a sus equipos a Valencia. Igual que se hizo un llamamiento para que fuera gente de toda España a Zorrilla, ahora debemos empujar para que la conquista de un nuevo estadio de fútbol se produzca. Entiendo y comparto muchos de los argumentos de la candidatura de Valladolid, pero comparto la máxima de la FER de difundir y promocionar nuestro deporte en todo el territorio nacional.
Solo espero que este conflicto no deje heridas que no podamos curar en un momento trascendental para nuestro rugby.
Pedro
25 enero, 2018 en 2:28 pm
Aplausos. Y yo tampoco soy sospechoso de regalaros los halagos.
MARIO GONZALEZ CASADO
25 enero, 2018 en 3:29 pm
Desafortunado e ilógico. A cuatro días de conocerse los finalistas que muy probablemente serán los dos equipos pucelanos negar siquiera la posibilidad de que la final se juegue en Valladolid es un flaco favor a la afición, al espectáculo y probablemente también a la economía y a la promoción del rugby. Peor imposible.
Pablo
25 enero, 2018 en 4:30 pm
El problema es que ahora se ha arriesgado para ‘joder’ a Valladolid, ni más ni menos. Y por mucha gente que quiera ir desde Valladolid, si llega alguno de los dos pucelanos, no se va a movilizar a 10.000 personas para ir a Valencia. De este mismo modo digo que si llegan los equipos catalanes, deberían jugar en Barcelona… En definitiva: si lo que queremos es premiar a la afición de los equipos que llegan a la final, debería esperarse a ver quiénes son y a partir de ahí elegir la sede de la final teniendo en cuenta diversos factores (comunicación de los equipos con la ciudad de la final, capacidad organizadora, apoyos institucionales…).
Pedro
25 enero, 2018 en 5:36 pm
Pablo, ¿dónde está escrito que lo que se quiere con la organización de la Copa del Rey es premiar a una afición? Esas no son las reglas del juego. De hecho Zorrilla empezó porque los dos equipos eran de una misma ciudad y el año pasado ya le tocó a Sant Boi pasar por el aro pese a la kilometrada que les esperaba al equipo y sus aficionados.
A la FER se le ha presentado una ocasión única en Valencia, con una oferta económica decente, un pliego de condiciones a la altura de Valladolid e interés institicional y comercial. No podía dejarla escapar y Valladolid siempre estará ahí.
Julio
25 enero, 2018 en 9:23 pm
Eso de que «Valladolid siempre estará ahí»…., Ojalá me equivoque pero después de las pegas que se pusieron el año pasado para repetir la final de la Copa del Rey, también para la final de la Supercopa, que jugaron el Salvador y Vrac en Pepe Rojo, el no enviar a ningún representante a la final de la Copa Ibérica y después de las declaraciones del Alcalde de Valladolid el lunes pasado. No sé porqué me da que los apoyos institucionales penden de un hilo.
Julio
25 enero, 2018 en 9:29 pm
Ah! Y no había leído estas declaraciones, que por lo que dice no serán las últimas.
http://www.marca.com/rugby/2018/01/25/5a6a24a9e5fdea5c628b45e2.html
Pedro
26 enero, 2018 en 1:15 pm
¿De verdad me tengo que creer que si vuelve a haber una final totalmente vallisoletana y nadie quiere albergarla no va a haber interés por organizarla? ¿Sobre todo sabiendo los clubes que pueden hacer una buena caja? Valladolid siempre estará ahí, me reafirmo.
Pablo
1 febrero, 2018 en 9:04 pm
Hombre, escrito no está. Pero no es el rugby,por desgracia, un deporte multitudinario en España y no creo que sea para nada lógico que una final de una copa de rugby se juege en una ciudad que no es la de los dos equipos de la final. Entendería esto si los equipos no son de la misma ciudad (como como podía haber sido). Y el año pasado se eligió Valladolid porque de las dos sedes que participaron, era la mejor posible. Y la fer, lleva dos años sin involucrarse para nada con las finales de supercopa por ejmplo, o sin ir a la copa ibérica o incluso en la primera final de Zorrilla ni siquiera había medallas para todos y fue lo único de lo que se tenían que preocupar…
Y lo de la ocasión única de Valencia, a mi me huele a: «presentad candidatura que este año no se la damos a Valladolid ni de coña»
Miguel Gozalo Zuriarrain
26 enero, 2018 en 6:05 pm
Lo mismo que le he dicho a David te doy las gracias por tu sentido común a la hora de analizar la concesión de la final de Copa a Valencia.
Con todas las barbaridades que se están escribiendo.
Desde San Sebastián , gracias una vez mas, por ser ecuánime.