España se estrenó en el primer partido de la Series Mundiales de Ciudad del Cabo ante Australia con una derrota severa: 34-12. El equipo de Pablo Feijoo pagó una primera parte en la que salió muy frío, sin ganar balones arriba, llegando tarde a los apoyos y en los rucks, en las pocas jugadas que tuvo la bola, y no mostrándose contundentes en los placajes en defensa.
Al descanso había encajado cuatro ensayos de los wallabies, que habían sabido leer la poblada defensa española sobre el balón y la presión alta por fuera. Apoyos cortos y rupturas constantes de la cortina defensiva de los Leones, especialmente acertado estuvo el aussie Simon Kennewell, autor de tres ensayos al final de la primera mitad.
Sin embargo, en la última jugada del primer tiempo, con el reloj cumplido, los Leones encontraron el camino con posesión y paciencia hasta encontrar un hueco en la defensa rival y ensayando por medio de Poggi. 22-7 al descanso.
En la segunda mitad España salió mucho más enchufada y con la bola en las manos el partido fue otro. Una jugada larga de muchas fases concluyó con un ensayo de Pol Pla. Australia contestó con otro par de ensayos y el marcador final fue 36-12. Los Leones e medirán a las 14:26 horas a los All Blacks, en otro partido complicado en este grupo en el que también está enclavada Estados Unidos.
Si España es fiel a su estilo, agresiva en los puntos de contacto, solidaria en defensa y paciente y creativa en ataque, es una selección competitiva esté quien esté delante. Si no juega concentrada y baja la intensidad, paga la inferioridad física de sus jugadores. Pese a todo, la clave, como siempre, estará en el primer partido de mañana domingo.