La World Rugby eligió a los cinco nominados para Jugador del 2017: dos neozelandeses, dos ingleses y un australiano. Beauden Barrett, Owen Farrell, Israel Folau, Rieko Ioane y Maro Itoje son los candidatos a llevarse el premio al mejor de un año en el que destacó la visita de los Lions a Nueva Zelanda.
«Estoy seguro que habrá grandes debates en las próximas semanas. Quiero agradecer al jurado por su experta mirada», afirmó Bill Beaumont, presidente de World Rugby. Resta saber si se premiará el buen rendimiento de los British & Irish Lions por tierras kiwis, a lo que Itoje y Farrell suman un calendario sin borrones con Inglaterra y su gran año con los Saracens.
Barrett fue proclamado el mejor de 2016, Owen Farrell está nominado por segunda temporada consecutiva, Folau ha recuperado su gran nivel convirtiéndose en el tryman del Rugby Championship. Y entre los jóvenes han destacado Itoje y Ioane.
LAS CHICAS
Entre las mujeres las nominadas son las neozelandesas Kelly Brazier y Portia Woodman, las francesas Romane Menager y Safi N’Diaye y la inglesa Lydia Thompson.
Las dos primeras lograron reconquistar el título de campeonas del mundo y Brazier fue una figura clave en las kiwis, desde su posición de centro. Woodman jugó los ocho partidos de Nueva Zelanda en 2017, anotando 16 tries en total para llevar su récord a 22 en solo 16 partidos. Una exterminadora.
Entre las francesas, dos perfiles diferentes. La benjamina Menager, de solo 21 años, fue una de las estrellas del Mundial, en el que Les Bleus se llevaron otra medalla de bronce. La flanker anotó cuatro ensayos en la fase de grupos ante Japón, Australia e Irlanda. Se perdió la semifinal por un golpe y Francia no pudo ganar. Regresó y las galas se colgaron la medalla. N’Diaye, de 29 años, destacó por su poderío y su capacidad de liderazgo en la selección francesa. Una institución.
Por último aparece Lydia Thompson. La inglesa ha sido una de las mejores anotando 12 ensayos en 10 partidos. Incluidos dos tries en la derrota final WRWC 2017 de Inglaterra ante Nueva Zelanda. Jugó cuatro partidos para ganar el Grand Slam del Seis Naciones con Inglaterra, anotando un hat trick contra Gales, y ayudó a las Rosas Rojas a ganar la Serie Internacional de Rugby Femenino en Nueva Zelanda antes de volver para el Mundial.
