La apuesta de la FER por el Rugby en abierto y enlatado no engancha: 48.000 espectadores

Es la gran apuesta de la Federación Española de Rugby, la excusa perfecta para que el nuevo patrocinador que da nombre a la Liga invierta casi medio millón de euros. Pero ni tan siquiera siendo emitido en un horario que ronda el prime time (20:45 horas) el Rugby ha despertado el interés de los espectadores.

Los tristes 48.000 espectadores que presenciaron el pasado domingo el Gernika-Cisneros hacen que sea la retransmisión de Teledeporte menos vista del día, con un exiguo 0,3% de share. Si lo analizamos respecto a los programas que le preceden y le suceden, está lejos del bádminton, los que reunió a 78.000 televidentes y a años luz de las 186.000 personas que veían Conexión Teledeporte minutos antes de arrancar la retransmisión del partido de rugby.  Por no hablar de la distancia entre su share y el promedio de la cadena en el día, de un 0,3% del Rugby al 1,7% general.

Hay que recordar que el año pasado Eurosport ya ofrecía la posibilidad, después de dar el partido en directo en su canal, de emitir el encuentro en diferido en cualquier operador incluido Teledeporte. Sin embargo, la FER acabó agotando la paciencia de los dirigentes de Eurosport con sus mentiras recurrentes y ahora la Federación solo tenía la posibilidad de emitir los partidos de División de Honor en diferido y con comentarios enlatados, ya que los recortes presupuestarios federativos provocan que la realización de los partidos cuenten con menos cámaras y que narrador y comentarista hagan su trabajo desde un locutorio en Torrespaña. El Rugby se ve peor que hace un año. Y probablemente acabe viéndose menos, por más que sea en abierto.

Falta ver cuánto tardará Teledeporte en recluir al rugby en el horario de madrugada, justificadamente dada su exigua audiencia. La gran apuesta de Alfonso Feijoo parece que naufraga por más que los partidos se puedan ver en abierto. La pregunta es sencilla: ¿interesa el rugby a alguien? Probablemente sí, pero para ello habría que cuidar el producto. La FER convierte la retransmisiones en un gasto en lugar de una inversión, porque no hay ni un profesional que salga a vender el producto a empresas interesadas en invertir. La prueba son los clubes, que cada vez tienen más patrocinadores.

Mientras todo esto ocurre, los clubes se han puesto en pie de guerra porque hay un choque de intereses entre el patrocinador de la Liga y en muchos casos los patrocinadores de los clubes, empresas cerveceras. Los clubes, que no reciben ningún euro del patrocinio, se niegan a cumplir la exigencia de la FER de lucir en las mangas de sus camisetas la marca que da nombre a la División de Honor. Por no hablar de cómo se ha encajado la normativa que obliga a los equipos de División de Honor B a retransmitir en streaming los partidos.