La llegada de Johan Ackerman, el gurú del rugby running de los Lions sudafricanos en las dos últimas ediciones del Súper 15, ha vitaminado el juego de Gloucester. Los de Kingsholm llegan por segunda vez consecutiva a la final de esta Challenge, que perdieron en la pasada campaña ante Stade Français (17-25) en Murrayfield. Pero esa vez son los favoritos para alzarse con el que sería su tercer título de esta competición, lo que le igualaría con los Harlequins.
Gloucester ha implementado el playbook de Ackerman y propone partidos de nivel muy alto con marcadores altos. 33 puntos sumó ante Connacht en los cuartos y 33 sumó también ante los Falcons en la semifinal. El poder ofensivo del equipo tiene mucho que ver con la delantera cherry and white que lidera Ed Slater y la movilidad de la tercera, con Ruan Ackerman, hijo del entrenador, y un ball carrier de primer nivel como Ben Morgan. Buenas fases estáticas en melé y relazando el juego en la touch para poner en juego a su línea con el talento de Owen Williams y la capacidad de desequilibrio de los Billys (Burns y Twelvetrees). Esos son algunos de los puntos fuertes del equipo.
Enfrente encontrará un dique de contención, los Cardiff Blues. Un equipo con problemas para producir puntos, con una propuesta de ataques largos y muchas fases, pero que en defensa también cobra muy caro los puntos a sus rivales. Su técnico, Danny Wilson, que se unirá a Wasps como entrenador de delanteros a final de la temporada, está muy centrado en frenar «la gran cantidad de rugby que genera Gloucester. Conocemos sus puntos fuertes y vamos a trabajar para ganar esta final, sin romanticismos. Tenemos capacidad para ganar el partido si lo llevamos al punto que nos interesa».
Los galeses han ido mejorando su rendimiento con el paso de la temporada y llegan además con varios jugadores recuperados de lesiones. El poderío de los Blues, con internacionales como Gethin Jenkins, Josh Navidi, Anscombe, Cuthbert… Si los Blues logran llevar el partido a un tanteo bajo, más cercano a los 20 puntos que a los 30, tendrán muchas opciones de competir por el título. Todo lo que se acerque a la treintena serán malas noticias para los de Wilson.
