El próximo viernes se reúne Rugby Europe con todo el planeta oval pendiente de las resoluciones que se tomen en dicha reunión. Para empezar estudiarán el informe que han reportado el árbitro rumano Vlad Iordachescu y el Match Comissioner del partido, el francés Michel Arpaillange, sobre los hechos ocurridos al final del partido, cuando los españoles rodearon al colegiado.
World Rugby vigila los movimientos de Rugby Europe y podría entrar de oficio tras visualizar las imágenes del partido y de lo ocurrido al final del mismo. Con las imágenes que existen y lo que dice el informe, podrían acusar a algunos jugadores españoles de lo que los anglosajones llaman “asalto” al colegiado, lo que conllevaría una sanción no menor de 12 partidos. Y todo a punta a que habrá sanciones fuertes para un par de jugadores españoles, como mínimo.
Otra de las decisiones que se ha tomado ya es mandar a la nevera al colegiado, el rumano Iordachescu, que tenía que pitar un partido de los cuartos de final de la Challenge Cup y ha sido relevado para dirigir el mismo. El otro protagonista del enredo, el designador Patrick Roben, también puede ser relevado de su rol y que World Rugby asuma la designación de los árbitros en los partidos clasificatorios para el Mundial.
