Gonzalo González desembarcó el pasado 14 de octubre en Agen para alistarse en el Sub-18 del club, equipo del campeonato Elite de Francia, en el que el año pasado fueron finalistas. El joven talonador, nacido en el año 2001, llevaba meses siendo seguido por el club francés gracias a sus buenas actuaciones con la selección Sub-18. Galo ha sido titular en todos los partidos que ha jugado con la selección y no falla en ninguna de las convocatorias.
Galo, que mide 1,82 y pesa 95 kilogramos, juega como talonador. «La verdad es que estoy muy contento con la acogida», nos confiesa el jugador al teléfono desde Agen. «Desde que llegué estoy volcado con los entrenamientos. Hay días que trabajo con mi grupo y luego vuelvo a entrenar con los espoirs. Termino reventado, pero estoy notando mucho cómo mejoro física y técnicamente».
Con su «francés básico» se defiende lo suficiente para entender las indicaciones de los técnicos y para compenetrarse con los compañeros. «No hay españoles, apenas un par de jugadores lo hablan de aquella manera por tener algún familiar español o uno que es medio argentino». Para Galo «la gran diferencia hasta ahora es la velocidad en el juego. Tanto físico como mentalmente son muchos rápidos. Creo que en cuestiones técnicas solo hay que matizar algunas cosas, pero llegados a un punto de competición, cuando eres jugador de primer nivel la técnica se tiene. Pero en los entrenamientos sí notas que todo es mucho más rápido. Y hay que llegar a todos lados…».
Debutará este fin de semana que cierra el mes y lo espera con muchas ganas. «Ellos comenzaron con la pretemporada y están un punto por arriba físicamente, pero en estos días aquí he recuperado bastante el terreno perdido en ese aspecto». Gonzalo vive «en un piso que forma parte de la residencia donde están los jugadores. Tenemos la academia donde se estudia al otro lado de la calle y el campo de entrenamiento está apenas a un kilómetro. Así que no hay excusa para no vivir el rugby a todas horas. Estoy en una habitación individual que tiene de todo y es muy cómoda. En unos días comenzaré las clases de intercambio, para mejorar mi francés, y espero establecer ya una rutina».
Gonzalo jugará en Agen, cuyo equipo sénior milita en el Top 14, una temporada, «y luego veremos. A ver qué posibilidades surgen tanto a nivel de rugby como universitariamente. Tengo una idea de lo que quiero estudiar, pero vamos a ver qué posibilidades tengo una vez concluya este año en Agen. Desde luego me gustaría que esto saliese bien y seguir por aquí, pero prefiero ir poco a poco y centrarme en el trabajo diario». Galo es optimista sobre sus posibilidades de ganarse la titularidad en el equipo. «Básicamente es una selección de gente de la zona y creo que aunque la competencia es dura y hay buenos jugadores, puedo pelear por la titularidad en el equipo».
El talonador está pendiente también de las convocatorias de la selección, «un tema que dejamos hablado al llegar con Agen. A ellos les interesa que yo acuda a todos porque cuanto más roce internacional tenga mejor para mí como jugador y para ellos por tener un mejor jugador y también ganan en prestigio al tener gente joven internacional. Eso no será un problema porque se habló desde el primer día».
Galo sorprendió muy positivamente en las pruebas de acceso, especialmente en la parte física. «Eso me dijeron, pero vamos yo hice lo que pude. Primero me hicieron varias pruebas específicas del puesto de talonador como lanzamientos y colocación en melé y luego ya vino el tema físico, donde fueron exigentes. Pero yo disfruté y eso es lo que quiero seguir haciendo». Disfrutar del rugby, algo que en Agen no parece difícil.
