Ayer viernes 29 de junio se celebró la 1ª Asamblea de la Liga Nacional de Rugby en Madrid con la asistencia de la totalidad de los miembros de la Asociación. Los 12 clubes de División de Honor A además del Getxo, equipo que ha descendido en el pasado curso.
En la misma se procedió a elegir que la Junta Directiva que finalmente ha quedado compuesta como presidente por Macario Fernández-Alonso Trueba, de Independiente Rugby, el secretario será Ignacio Sicilia Domènech, de Aparejadores Rugby de Burgos, el cargo de tesorero lo ostentará Luis Ignacio Ardila, actualmente presidente del Alcobendas Rugby, y los vocales serán el legendario exjugador de la Santboiana Alberto Malo y José María Valentín-Gamazo, destacado miembro del VRAC Quesos Entrepinares.
Además, en esta primera asamblea se crearon tres grupos de trabajo: deportivo, económico y jurídico. El presidente, Macario Fernández-Alonso Trueba, en conversación con Revista 22 valora «muy positivamente el ánimo de todos para colaborar en esta iniciativa. Todos los clubes estuvieron representados y todos aprobaron los Estatutos y firmaron la carta de adhesión. No hubo ninguna voz discordante y creemos que ese espíritu constructivo que se respiró en la primera asamblea será el que predomine en el trabajo del grupo».
Macario definió la hoja de ruta de la Liga Nacional de Rugby. «Vamos a trabajar en tres direcciones. Una jurídica, en la que comenzamos con todo el papeleo de la creación de la asociación para empezar a funcionar. Ese grupo jurídico también tiene la tarea de ocuparse de los temas jurídicos referentes a clubes, jugadores, visados y relaciones institucionales como la relación con la Federación y otras organismos. Luego está el grupo deportivo, que se ocupará de buscar las mejores resoluciones en ese ámbito, como el calendario de la competición para poder compatibilizar todo con los compromisos de la selección. Y por último, y quizás el más importante, el económico. En este caso hablo de la monetización del interés de los patrocinadores, el marketing y todas esas cuestiones».
Preguntado por la relación con la FER, dueña de los derechos de la Liga, el presidente de la LNR cree que «la predisposición por parte de ambos es máxima. Queremos colaborar y ellos también se han mostrado abierto a hacerlo. Se firmará un convenio en el que se especificarán las competencias de cada uno y buscaremos el beneficio del rugby por encima de todo». La pata económica es el motor del proyecto y en ese campo Macario lo tiene claro: «En los clubes a todos nos pasado que hemos llegado a empresas que nos decían que no podían patrocinar a un solo club porque su ámbito es nacional e internacional. Y ahora hay un producto que encaja a esos clientes que buscan un patrocinio mayor».
«Entendemos esta Liga Nacional de Rugby como una Start-Up con muchas posibilidades. La FER habrá hecho lo que ha podido para encontrar sus patrocinadores, pero ahora estamos en un nuevo escenario. Hay que vender la imagen del rugby y colocarlo en el lugar que merece en el mundo del deporte en España», apunta Macario. La LNR no se ha marcado ninguna fecha para la próxima asamblea y se ha emplazado a las diferentes comisiones a realizar las tareas asignadas durante el mes de julio y agosto.
