Las razones que hacen ser optimista a Feijoo en su reunión con World Rugby en Londres

Alfonso Feijoo defenderá hoy en Londres ante World Rugby las alegaciones que ha presentado España al Comité independiente sobre las demandas de alineaciones indebidas de Bastien Fuster y Mathieu Belie.

Los dos jugaron con Francia Sub-20 en un momento en el que era considerada la segunda selección de los galos. Sin embargo, la Federación ha basado su defensa en algunos puntos que no quedan claros y dan cierto margen de maniobra.

1º Cuando España solicitó la documentación de Belie y Fuster, la federación gala no informó a la española de la ilegibilidad de ambos. España no tuvo noticias de que hubiera algún condicionamiento que les impidiese jugar con España.

2º Los jugadores no fueron informados cuando jugaron con la Sub-20 de Francia, que esa decisión conllevaba que no podrían hacerlo con otra selección absoluta. Ahí España se ha aferrado al precedente del galés Steven Shingler. Este jugador fue seleccionado por Escocia después de haber jugado con Gales Sub-20. Al haber jugado con Gales Sub-20 en marzo de 2011, se le consideró «capturado» y se le declaró no elegible para representar a Escocia. Shingler alegó que no fue informado que jugar con Gales Sub-20 le impediría jugar con otra selección superior. La Federación Galesa informó a la IRB del proceso que siguió para informar a los jugadores y la federación mundial le dio la razón a los galeses.

Pero el caso sentó jurisprudencia, porque desde ese momento se obliga a las federaciones a informar a los jugadores de las consecuencias que acarrean cuando es el segundo equipo. Algo que no ocurrió con Belie y Fuster, pues no fueron informados.

3º Cuando jugaron Belie (2008) y Fuster (2012) la norma exigía que los segundos equipos oficiales debían mantener esa condición durante cuatro años consecutivos, algo que nunca ocurrió con Francia Sub-20.

Esos son los tres argumentos principales que presentará España para rebatir la demanda por alineación indebida de ambos jugadores. En caso de una resolución contraria a sus intereses, España acudirá con toda probabilidad al Tribunal de Arbitraje Deportivo.