A Argentina se le hacen largos los partidos. Si ante Nueva Zelanda se marchó arriba en el marcador la pasada jornada, esta vez repitió al marcharse 10-13 en Camberra al descanso. Pero algo pasa a los Pumas que no son capaces de mantener la intensidad competitiva en los partidos durante los 80 minutos. Lo que les condenó en un partido en el que dominaron durante los primeros 40 minutos.
Los Pumas prefirieron salir a asegurar, sin arriesgar, pocas bolas fuera y mucho pick and go con Landajo movimiendo a sus ‘gordos’. Australia se limitó a dar zarpazos para mantenerse en el partido, y un golpe de Foley y un ensayo de delantera hicieron que no perdiese el pulso al duelo.
Pero tras el descanso los argentinos se desfondaron, comenzaron a sufrir lo indecible en las fases estáticas, especialmente en melé, donde regalaron una cantidad de golpes impensable en una selección de la tradición de los Pumas en esa fase estática. Y lo que es peor, comenzaron a cometer fallos de placaje, lo cual es muy llamativo en una selección que ha llegado a convertir en símbolo de su identidad la ferocidad en el tackle. Comenzaron a caer los ensayos del lado wallaby, hasta seis, por uno de Moroni que solo sirvió para dejar el marcador en 45-20.
Tiene un problema Argentina en las zonas de 22. En la suya defendiendo, sobre todo por fuera, y en la rival con regalos en forma de pérdida en el pick and go, donde Landajo en muchas ocasiones confunde a sus delantera. Los Pumas siguen sin sumar un punto después de cuatro jornadas y las dudas son muchas en las filas sudamericanas.
Los wallabies consiguen su primer triunfo del torneo con bonus, lo que le permite llegar a los 8 puntos, después de aprovechar el juego desordenado de la segunda mitad. Bien Genia en la segunda parte, metiendo ritmo a la cansada defensa argentina. Izzy Folau y la tercera aussie impusieron su ley y acabaron llevándose el partido. «Los jugadores de banquillo nos han sabido ayudar y han sumado puntos importantes», advirtió Michael Hooper al finalizar el choque. El capitán argentino, Agustín Creevy, lo tenía claro: «No fuimos capaz de concretar cuando tuvimos el balón y los fallos en el placaje fueron la clave del partido». A seguir trabajando. Los dos…