Los Crusaders vuelven a reinar

Los Crusaders son los nuevos campeones del Super Rugby tras imponerse a domicilio a los Lions en el Ellis Park de Johanesburgo por 17-25. Los neozelandeses suman su 8º título de la competición en su 12ª final y recuperan el trono de la mejor liga de clubes del mundo nueve años después desde que en 2008 doblegaran en la final a los Waratahs por 20-12.

La franquicia de Christchurch es la primera en lograr el título lejos de su país – ya lo hicieron antes en 2000 en tierras aussies ante los Brumbies – y el técnico Scott Robinson inaugura el selecto club de haber ganado el torneo como jugador y – ahora – como entrenador.

El partido – que estuvo marcada por la tarjeta roja del flanker Kwagga Smith por un placaje peligroso sobre el zaguero kiwi David Havili al filo del descanso – se pudo de cara para los neozelandeses en un gran primer tiempo y lograron una ventaja de 3-25 gracias a los ensayos de Tamanivalu, Goodhue, Read. Pero los Lions volvieron a demostrar que son el mejor equipo en los últimos 20 minutos de partido y pusieron contra las cuerdas – con un hombre menos – al mejor equipo del año. Los ensayos de Marx y Fourie fueron insuficientes para obrar el milagro que ya vimos hace una semana en este mismo escenario ante los también neozelandeses Hurricanes.

Los Lions de Ackermann – que han perdido las dos últimas finales – siguen siendo el máximo exponente del rugby sudafricano y jugadores como Mostert o el propio hijo del técnico Ruan Ackermann están llamados a liderar la nueva generación de los Springboks.

Los Crusaders, con un inmaculado Ryan Crotty – MVP de la final – y la legión de All Blacks demostraron por qué han sido el mejor equipo del año. Con un ataque demoledor y una defensa asfixiante son justos vencedores de la la edición 2017 del Super Rugby.