España dejó escapar con vida a Canadá en un partido en el que los de Santiago Santos hicieron lo bueno y lo malo. Después de colocarse 17-3 divirtiendo a los aficionados que se dieron cita en el Central, menos de los habituales, se fueron del partido y regalaron el duelo a los candienses.
La derrota la explica la media hora que España desapareció del partido. Treinta minutos en los que se produjo la expulsión temporal de Rouet, inconcebible en un jugador de categoría internacional, sumada a la indisciplina y a una defensa que bajó extrañamente los brazos. Se pasó del 17-3 al 17-17 al descanso y el 17-31 poco más tarde. Un parcial que explica perfectamente la derrota de los Leones.
Hubo ratos buenos con mucho dinamismo, algún periodo de defensa interesante y una idea de juego atractiva con la pelota en las manos. Pero el Mundial se irá por el sumidero si España se desconecta en algún momento del partido ante Rusia y Rumanía, las dos finales que debe ganar en febrero si quiere estar en Japón.
Poco importa que se montase un lío al principio porque el conductor del chófer de Canadá se quedase dormido o porque los canadienses decidieron que retrasaban el inicio para seguir calentando. Tampoco ayudó que Televisión Española no ofreciese al TMO imágenes de calidad. Todo eso son detalles coyunturales que salpican un partido en el que España dejó escapar una gran ocasión de ganar a una selección mundialista y disparar las expectativas de una afición que tiene muchas dudas sobre si este equipo será capaz de sellar su billete para el Mundial. Esta semana se incorporan Bonan, Malie y Peluchon. Vendrán bien a los Leones.

Acta del Partido.
Lorenzo
21 noviembre, 2017 en 3:11 pm
Poco ayuda al rugby nacional no invertir en cantera y hacer que mejore el nivel de nuestra liga, y promover que los mejores jugadores salgan a clubes importantes…y hacerlo en configurar una selección con jugadores de segunda fila ( con todos mis respetos para su nivel en clubes) pero que no ayudan al desarrollo de nuestro deporte.