El impacto del COVID19 en el oval español aún se está digiriendo. La FER ha suspendido las competiciones nacionales e internacionales durante las dos próximas semanas así como las territoriales. Rugby Europe también emitió ayer un comunicado en el que para todas las competiciones internacionales bajo su organización hasta el próximo 15 de abril. Todo apunta a que estas medidas van a tener que ampliarse debido a la evolución de la crisis sanitaria y debemos preguntarnos: ¿Qué va a pasar con el rugby español ante la incertidumbre?
La base es fácil: Todo suspendido hasta que no haya riesgo. Competencia de las Territoriales parece que sea claro el anteponer la seguridad de nuestros pequeños por encima de cualquier tipo de competición.
El problema surge realmente en las competiciones de “élite” e internacionales. Las mejores de las previsiones según las autoridades sanitarias hablan de un periodo de 45 a 60 días para tener la situación controlada en cuanto a contagios y lucha contra la epidemia. Un escenario medio habla de hasta 4 meses lo que nos llevaría a finales del mes de junio. ¿Tiene la FER y Rugby Europe contemplado el escenario si no se puede volver a jugar en lo que queda la temporada?
En el plano internacional el comunicado de Rugby Europe habla de un escenario del 15 de abril para retomar las competiciones. Un margen más amplio de lo que la FER ha dado para tomar decisiones que se marca el 22-23 de marzo. Aparte de la última jornada del REIC2020 – que veremos cuándo se retoma – se suspenderán los partidos de Las Leonas del Europeo ante Rusia y Países Bajos previstos para principios de abril así como los torneos de base:
XV U20 European Championship in Coimbra, Portugal from March 22nd to 28th
XV U18 European Championship in Kaliningrad, Russia from April 12th to 18th
XV U18 Development games in Serbia and Czech Republic
Pero quizás lo más preocupante es la competición doméstica. El calendario no permite demasiados aplazamientos – sobre todo pensando en la División de Honor masculina – ya que la única fecha libre es el fin de semana del 12 de abril. De momento se suspende la 18ª jornada, las semifinales de la competición femenina y la última jornada de la fase regular de DHB. Veremos qué escenario nos encontramos el 22 de marzo pero qué pasaría si no podemos jugar más, si no hay fechas para reprogramar los partidos perdidos. Desconocemos si la FER tiene un plan B ante estas circunstancias y si están seguros de poder terminar las competiciones. Pero por ejemplo el fútbol ya maneja 4 escenarios si se tuviera que terminar el deporte esta temporada.
Lo que nos preguntamos ante esta situación: ¿Quién ganaría: el actual líder? ¿El campeón de invierno? ¿Habría campeón de la Copa del Rey? ¿Dejamos desiertos los títulos y no hay ascensos y descensos? ¿Qué impacto económico tendría para los clubes y sus patrocinios dejar la Liga sin terminar?
La amenaza del COVID19 para el deporte es enorme. Los clubes no pueden permitirse la merma de ingresos y ampliar la competición más allá de las fechas previstas ya que la ampliación de los contratos de sus jugadores no está contemplada en los presupuestos. Además, aunque la FER decidiera poner en marcha la competición a puerta cerrada, las instalaciones municipales – solo Santboi es dueña de sus infraestructuras – permanecerían cerradas siendo imposible ya no jugar sino entrenar con normalidad a los equipos para la exigencia de la competición.
Habrá que tomar decisiones. Decisiones complicadas y la FER y la LNR – en representación de los clubes – deberán buscar las líneas de entendimiento ante una situación hasta ahora inédita. La última pregunta es si toda esta historia estará resuelta para finales de mayo y el partido del Wanda. Lo que parece claro es que el Rugby ha dado positivo en coronavirus.