Este italianismo más propio de la crónica política puede definir el momento que vive el rugby español y de Valladolid. La conquista del título de la Supercopa de España por parte del SilverStorm El Salvador ayer ante el VRAC Quesos Entrepinares puede suponer la confirmación de un cambio de ciclo.
Los de Merino – campeones de todos los títulos la temporada pasada – grandes dominadores del rugby nacional de la década se han dejado en apenas un mes de competición dos títulos: La Copa del Rey tras caer en casa con el FC. Barcelona en la segunda jornada y ayer la SuperCopa. Y es que hay que bucear mucho en las hemerotecas rugbísticas para ver un récord de 2 victorias y 3 derrotas en el haber quesero. Las alarmas han saltado en el club azulón y ya no deportiva sino económicamente también. El impacto de verse fuera de las semifinales de la Copa y con una ventaja considerable con El Salvador en Liga que puede hacer peligrar el factor campo en los play-off de final de temporada pueden suponer una gran sangría económica para el club que dirige Valentín Gamazo.
Merino no podía más que aceptar en rueda de prensa la superioridad del rival que ahora mismo está por encima de todos, nos atreveríamos a decir. El VRAC presentará de forma inminente a sus nuevas incorporaciones que reforzarán los huecos dejados por Carrió, Casañas y Allen, que vemos sin equipo por Pepe Rojo, y que tan bien ha rendido dentro del campo las dos campañas que ha jugado para el quesos. Si algo sabe el técnico es lo qué su equipo puede dar y por eso no se muestra satisfecho. Hay mucha capacidad de mejora y aún así – gracias a jugar un cuarto de partido con un hombre más – estuvieron a una patada de llevarse el primer título del año en un partido en el que no tuvieron posesión y se vieron superados en muchas fases del juego.
¿Serán los fichajes la solución? Veremos. Lo primero tendrán que resolver las últimas discrepancias en la negociación con uno de los pretendidos, y luego ver – como se iba hacer con la incorporación de Lucas Guillaume que ha acabado en otro rival – si se prescinde de algún jugador que no acaba de cuajar. A partir de ahí – con el equipo al completo – volveremos a ver la mejor versión de un equipo que no se le puede descartar aún.
En el otro bando, El Salvador ha ido limando distancias milímetro a milímetro para lograr arrebatar el título de la Supercopa al VRAC 6 temporadas después. El desafortunado accidente del canterano chamizo restó lógicamente dulzura al momento deportivo. Pero tampoco se me ocurre un mejor homenaje posible para Guillermo y su familia que haciendo honor a su lema “En la adversidad, lucha”. Ayer lucharon por él sin lugar a dudas.
Ahora los de Juan Carlos Pérez han logrado lo más “sencillo”. Llegar al objetivo. Lo complicado es mantener el nivel y la exigencia que les ha permitido recorrer el camino y confirmar el resto de temporada el potencial que hasta el momento han mostrado. El técnico chamizo ya lo advertía al inicio de la competición: El calendario de los 8 primeros partidos es una locura. Hasta el partido de Burgos allí decía ayer en sala de prensa. De momento sobresaliente. Deberán refrendarlo metiéndose en semis de Copa ante dos equipos muy competitivos como Aldro Energía Independiente RC en casa y AMPO Ordizia fuera. En algún momento podrán fallar, pero no debería ser a corto plazo.
El rugby de Valladolid sigue siendo punta de lanza, pero ahora – con el sorpasso – manda el Chami.