No habrá ‘Súper Saturday´. Francia tumbó sorprendentemente a Inglaterra en Le Crunch (22-16) y los irlandeses hicieron sus deberes ante una Escocia revoltosa menos fiable en el breakdown que ante el XV de la Rosa.
Irlanda hizo su trabajo en Dublín ante los caledonios con un triunfo con bonus (28-8) y se sentó a esperar qué pasaba en París. Los de Eddie Jones necesitaban el bonus ofensivo para llegar al partido final en Twickenham con opciones de ganar el título ante Irlanda. Sin embargo, Inglaterra mostró la misma cara que ante Escocia. Lenta en las abiertas y sin esa confianza que había demostrado en 22 de los 23 partidos anteriores dirigidos por Jones.
Inglaterra perdió el partido, de nuevo, en los puntos de contactos. Concedió bolas suyas, hubo muchas indisciplinas y atrás no estuvo especialmente constructiva. Y lo peor es que cayó ante una Francia pobre, sin mucho rugby y con más músculos que neuronas. Al descanso se llegaba con un empate (9-9) a nada.
El Torneo se resolvió con un Up&Under a la esquina pescado por Fall, en el que Watson realizaba un placaje alto y se ganaba la amarilla y Peyper decretaba ensayo de castigo. En el tramo final, May recortó distancias después de robar una touche a Inglaterra. Beauxis colocaba el 22-16 final que convertía a Irlanda en campeona tras el segundo batacazo inglés y la nueva victoria irlandesa.
Los de verde no dejaron dudas en su partido ante los crecidos escoceses. El partido duró lo que tardó en desatarse Stockdale, que mostró el camino con dos ensayos (21′ y 40′), a los que siguieron luego los de Murray (45′) y Sean Cronin (68′). Kinghorn posaba el ensayo de honor para los Towsend, pero el triunfo, el bonus y el título se quedaba en Dublín.
