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Valladolid quiere disfrutar su clásico

©JCR Photography. Imagen del derbi de la primera vuelta que se decantó 14-16 del lado quesero.

Por: Miguel Ángel Torres Teto – Cope Valladolid

Siempre que se analiza el “derby” o “clásico” pucelano hay factores comunes que permanecen inmutables a lo largo de los años y factores particulares que dependen de la situación coyuntural de una temporada y los problemas que hayan surgido en los días anteriores a ese partido.

Entre los factores comunes podemos incluir una semana previa de tensión controlada, emoción en las aficiones, colorido en las gradas, tensión entre los jugadores, responsabilidad en los técnicos, igualdad sobre el césped, escasez de juego vistoso, resultados ajustados, silencio y precisión en lanzamientos a palos, alborozo y locura en los ensayos, ochenta minutos de éxtasis colectivo y un seguro desenlace en forma de celebración gloriosa para los seguidores del equipo vencedor y una amarga vuelta a la realidad para los aficionados del equipo perdedor.

En cuanto a los factores particulares, este será un encuentro atípico por la ausencia de polémicas. Bien al contrario que en otras ocasiones, en las semanas previas se ha hablado mucho de rugby internacional y poco de rugby nacional. Llegaremos al  clásico con una absoluta ausencia de discusiones entre los dirigentes y con un factor digno de mención: la evidente unidad de acción en las directivas de VRAC y EL SALVADOR para trabajar hombro con hombro en aquellos temas sobre los que tienen intereses comunes.

En cualquier caso, el partido será trascendental para quien sea capaz de lograr la victoria. Tras 16 jornadas disputadas, un solo punto separa a ambos conjuntos. A buen seguro que el ganador asegurará el factor campo hasta los postreros partidos de semifinales y final debido a la gran ventaja que atesoran sobre el resto de perseguidores. Sin duda es un gran botín por el que pelear.

En el aspecto meramente deportivo ambos equipos llegan en inmejorables condiciones. Tres semanas de preparación que han permitido recuperar lesionados en las que (para mí) son las dos mejores plantillas de la historia de ambos clubes.

A priori, la potente delantera del VRAC parece algo superior en el empuje de las melés, pero los chicos de Juan Carlos tienen una primera línea con experiencia, kilos y mucho oficio para impedirlo y este año tienen recambios de garantía, algo que quizá no ocurría en otras temporadas. Habrá que estar atentos y comprobar si los queseros no echan de menos la baja de Pacote Blanco.

Los saques de lateral serán trascendentales, todos sabemos que es un punto fuerte de los chamizos donde Víctor Sánchez y Walker-Fitton suelen ser decisivos en las batallas aéreas. Esperemos ver interesantes duelos contra José Basso o Gavidi en la conquista de esta fase estática.

Una de las jugadas que más ponen en práctica ambos conjuntos es el maul tras un saque lateral. Los chamizos son unos auténticos especialistas y si logran formar una buena plataforma a menos de quince metros de zona de marca, sin duda el ensayo rondará el ambiente. Los queseros no se quedan atrás y esta temporada lo han realizado con maestría ante muchos rivales. Habrá que estar muy atentos a cómo defienden unos y otros una jugada tan importante y en la que ambas delanteras se emplean con mucha técnica y gran deleite de sus aficiones.

Si hay dos puestos claves en el rugby son los que forman la pareja del 9 y el 10. La bisagra. El medió de melé y su apertura. Este partido ofrecerá uno de los duelos más espectaculares de los últimos años entre las sensacionales parejas de medios Eaton-Carrió versus Ramos-Graaff.  El duelo de “nueves” será digno de atención porque VRAC ha reforzado mucho esa posición con el fichaje del veterano neocelandés curtido en mil batallas y con experiencia en la mejor y más competida liga del mundo. Enfrente tendrá a un vallisoletano mucho más joven que él pero que atesora calidad y sobre todo una creatividad que le dota de una chispa especial.

En cuanto a los aperturas, Hansie Graaff lleva una temporada sencillamente espectacular. Más veloz que nunca, con un juego al pié excelente y con un maravilloso pateo a palos. Veremos si es capaz de estar sereno, ya sabemos que el genial Hansie solo tiene un “pero”, su personalidad a veces le juega malas pasadas. Enfrente tendrá a un debutante en nuestra liga que está demostrando el acierto de su contratación ya que Tomás Carrió nos ha regalado partidos con excelente visión de juego, desborde, velocidad y también asegura puntos en los lanzamientos a palos. No olvidemos que es un especialista en ejecutar “drops” y fue el autor del botepronto decisivo que dio la victoria en el último minuto del partido de ida.

Los partidos entre VRAC y EL SALVADOR suelen decidirse con el sacrificio y desgaste de los sufridos delanteros pero curiosamente este duelo enfrentará a dos de las mejores líneas de tres cuartos que puedan verse en España. Asusta el nivel de juego que atesoran Nuu Junior, Carter, Kacilala, Rust, Díaz, Sánchez o Blanco en los blanquinegros, pero si les enumero a los Griffiths, Gimeno, Casteglioni, Temalu, Mateu, De la lastra o Wessell-Bell, entenderán ustedes que es un listado selecto y exquisito. Un placer para los sentidos del aficionado que gusta del juego a la mano.

Sin duda, tanto Juan Carlos Pérez como Mar Álvarez habrán establecido un especial seguimiento para el hombre-ensayo del VRAC y de toda la liga Heineken. El zaguero sudafricano John Wessel-Bell lleva anotados 17 ensayos. Esa marca supone que él solo atesora más ensayos que los dos mejores anotadores del equipo rival. Tanto Alberto Díaz como Raphael Blanco han logrado 8 marcas cada uno.

Diego Merino y Mario Barandiarán también habrán marcado un plan para contrarrestar el excelente trabajo de la tercera línea chamiza donde Mamea, Núñez, Foulds y De la Llana realizan una impecable labor de cobertura defensiva y potentes incursiones con el balón en las manos. Será además el debut del último fichaje colegial, el neocelandés Jake Wainwright que reforzará una línea vital para el juego de presión de EL SALVADOR.

¡Valladolid quiere disfrutar su clásico! Está garantizado (una vez más) el éxito de afición y público que dotarán al campo de Pepe Rojo de un colorido sensacional y un ambiente único. Y tras el partido, el tercer tiempo también será muy especial ya que en la sede social del VRAC (club organizador del partido) se cocinará una paella valenciana gigante para unas trescientas personas. El club que preside Chema Valentín-Gamazo ha aceptado esta celebración que ha sido propuesta conjuntamente por la Federación Valenciana de Rugby y la Fundación Trinidad Alfonso, en un gesto que se interpreta como un claro apoyo del club quesero a la candidatura de la ciudad de Valencia como organizadora de la próxima Copa del Rey.

Hay que recordar que esta misma semana, el Club de Rugby El Salvador hizo público un comunicado en el que también manifestaba su apoyo a la candidatura de Valencia como organizador de dicho evento.

Mi enhorabuena para los que resulten vencedores y que lo disfruten como merecen. Para los perdedores, ¡tranquilos, solo son cuatro puntos! A pesar de la lógica tristeza este será el último derby del año que aún se podrá perder sin graves consecuencias.

¡Recuerden! el próximo derby se jugará en Valencia y tendrá como premio la Copa de S.M. El Rey. Muy probablemente (si Sanitas Alcobendas, Senor Santander, U.E. Santboiana o incluso AMPO Ordizia no lo impiden) el siguiente se disputará con una liga en juego y ¿adivinan dónde?: ¡En Valladolid!

 

1 comentario

1 comentario

  1. Juan

    22 febrero, 2018 en 10:47 pm

    Vaya preciosa descripción y crónica. Un partido para disfrutar

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