Arranca el fin de semana con un intrascendente Italia-Francia (13:30) en el que los azzurri tratarán de salvar su cuarta cuchara de madera consecutiva. Los italianos han mejorado algunos aspectos de su juego con el paso de los partidos, pero siguen estando muy lejos del nivel competitivo del torneo. No hay muchas novedades en el equipo, en el que Parisse cumple 50 partidos como capitán y donde los delanteros transalpinos tendrán que trabajar mucho para darle pelotas limpias a Tebaldi y Allan para que activen a su línea. Francia, por su parte, llega envuelta en un ambiente tenso con una guerra abierta en el seno de la selección tras ser barridos por Irlanda. Guirado está en el ojo del huracán tras unas declaraciones que no dejan en buen lugar a su seleccionador, quien ha vuelto a darle una vuelta a la alineación. Lambley y Willemse actuarán en la segunda, con Alldrit, Picamoles y Camara a su espalda. La charniere mantiene a Dupont y Ntamack, con Fofana y el zaguero Medard como novedades en la línea.
El partido de la jornada se jugará en Cardiff (15:45), donde Gales tiene en su mano la posibilidad de ganar el Grand Slam y extender su racha de victorias consecutivas a 13, la mayor de su historia. Los de Gatland volverán a mostrar la defensa que tan buen resultado le ha dado y que tiene al entrenador Shaun Edwards como principal artífice. No habrá cambios en el XV del dragón, que saldrá con su arsenal alineando a Alun Wun Jones en la segunda, con la tercera más en forma del torneo: Navidi-Tipuric-Moriarty. Davies y Anscombe volverán a manejar la bisara con una línea compuesta por el efervescente Josh Adams (tres ensayos), Parkes y Jonathan Davies en los centros, North y atrás Liam Williams, que ha superado sus problemas de espalda. En Irlanda, que fue el último rival que ganó a los dragones hace ya 13 meses, destaca el ingreso en el XV de Tadhg Beirne, que formará pareja en la segunda con Ryan, y la aparición de O’Brien como 7, junto a O’Mahony y Stander. Atrás Kearney cerrará, con la línea fija (Stockdale, Aki, Ringrose, Earls) por detrás de Murray y Sexton. Un partidazo en el clásico celta. Si gana Gales, conquistarán el Grand Slam. Si lo hace Irlanda, tendrá que esperar a que Escocia tumbe a Inglaterra para proclamarse ganadores del torneo. En caso contrario habrá servido en bandeja el título a los de la rosa.
Manu Tuilagi rompe el placaje de Esposito y se dispone a posar un ensayo. /©INPHO/Andrew Fosker
Se cierra este torneo de 2019 con un Inglaterra-Escocia (18:00) que no pinta bien para los del cardo. Las bajas en las filas caledonias son numerosas y sustantivas: Stuart Hogg, Huw Jones, Blair Kinghorn and Tommy Seymour… Especialmente en su línea de tres cuartos, centro de operaciones del ataque del equipo de Townsend. Precisamente ahí será donde intentará hacer daño Inglaterra con las bombas de Owen Farrell y Ben Young, que se han asentado como pareja de medios de cara al Mundial. Eddie Jones apuesta por Nowell en lugar del descomunal Joe Cokanasiga en el ala abierto para presionar al back-three escocés junto a May. Delante será interesante ver cómo se maneja Ben Moon ante WP Nell. En Escocia Townsend vuelve a dejar en el banquillo a Laidlaw y serán Ali Price y Finn Russell quienes traten de buscar las cosquillas a la defensa inglesa con una línea inédita formada por Byron McGuigan, Sam Johnson, Nick Grigg, Darcy Graham y Sean Maitland cerrando atrás. No pinta bien para los escoceses, que no ganan la Calcutta en Twickenham desde 1983. Ya ha llovido…
