Reportaje de Yolanda Españó publicado en el Nº92 de la Revista22.
Han pasado pocos días desde que Aroa González regrasara a casa tras liderar – una vez más y han sido muchas en los últimos 20 años – a las Leonas en la Copa del Mundo de Rugby de Irlada 2017. En el campo de Hospitalet, en el que tantas y tantas veces jugó, entrenó y disfrutó del Rugby, nos citamos con ella para en la intimidad y la seguridad de su club echar la vista atrás y ver la trayectoria deportiva de una de las jugadoras más carismáticas de la historia del rugby femenino español. Durante 20 años ha dado ejemplo desde su puesto de talonadora y ahora cuelga las botas. Ya lo hizo antes, pero: ¿será la definitiva?
Ante Italia Aroa González puso punto y final a la trayectoria más longeva de una jugadora en la historia del rugby femenino español. La capitana de las Leonas se despedía tras más de 20 años defendiendo la camiseta de España.
Debutó ante Irlanda en el Campeonato de Europa de 1997 y desde entonces ha sido protagonista del periplo de la Selección por el 5 Naciones y 6 Naciones y puede presumir de haber logrado tres Campeonatos de Europa y participar en 3 copas del Mundo: Edmonton 2006, París 2014 e Irlanda 2017.
La eterna capitana comenzó en el mundo del rugby casi por casualidad a los 14 años, animada por uno de los profesores de su instituto y ha militado en las filas de Hospitalet, BUC e INEF – con las que ha sido 10 veces campeona de España, 9 de Cataluña y una de la copa de la reina – . Aroa decidió colgar las botas en 2014, pero dos años después una llamada del Seleccionador Nacional, José Antonio Barrio, la hizo volver a saltar al césped para ayudar a su manada en la consecución del último sueño: guiar a las Leonas en la última Copa del Mundo de Irlanda 2017.
Con 74 caps la guerrera de las distintivas trenzas de raíz es la jugadora que más partidos ha disputado en la historia de la Selección Española Femenina de rugby, diez por encima de Inés Etxegibel y Rocío García con 64 cada una. Sin embargo, si sumamos todos los encuentros en los que la talonadora ha defendido la camiseta de las Leonas, oficiales y no oficiales, la de Hospitalet ha estado con la Selección en 91 ocasiones, una cifra casi increíble para terminar una carrera inigualable en el rugby femenino español.
Quedamos con Aroa en la Feixa Llarga para hacer la entrevista y la verdad que no podíamos imaginar el nivel de emoción que le provocaría volver a pisar el campo que la vio nacer como jugadora, la 2 no quiere irse, anímica y emocionalmente, al contrario que en la otra oportunidad que se alejó del rugby,están en su mejor momento, pero sabe que su físico va por otro lado, 23 años compitiendo son muchos y no perdonan sobre todo si los has tenido que combinar con tu vida laboral. La talonadora que ya se despidió la pasada temporada de la competición regular con INEF, el equipo con el que logró sus mayores éxitos, deja ahora la selección después de 74 caps como leona.
Poco amiga de las RRSS por contra Aroa siempre ha destacado como una gran comunicadora en el vestuario desde donde lanzaba emocionadas y contundentes arengas a sus jugadoras en las que se dejaba ver ese liderazgo innato que siempre caracterizó a “la rugbier silenciosa”.
Dice que dentro de poco nadie la recordará, pero las caras de admiración que vemos en las jóvenes jugadoras que van llegando a entrenar y la reconocen dicen lo contrario…
Aroa representa todas las virtudes de nuestro deporte, representa el amateurismo, el sacrificio, todo lo que el rugby debe transmitir. El legado de Aroa es mucho, ha sido una jugadora que, cumpliendo con sus obligaciones personales, laborales sociales y familiares ha sabido llegar a lo más alto trabajando muy duro. Juega muy bien, es una gran capitana, nunca se rinde.
Ha demostrado que una persona con humildad, convencida de lo que hace puede llegar donde se proponga. Aroa jamás ha desatendido su vida personal y aun así ha logrado llegar a la élite entrenando en condiciones muy duras, con recursos más que escasos y ayudas las justas para una jugadora de máximo nivel.
Nos decía: “Mi valoración del Mundial no puede ser nunca positiva en lo deportivo porque íbamos con unas expectativas muy grandes que no hemos cumplido. El rugby evoluciona muy rápido y – a pesar de ser el Mundial al que veníamos más preparadas y haber trabajado mucho – no hemos conseguido estar al nivel de las otras selecciones como por ejemplo EEUU que yo siempre dije que no las quería. La derrota contra Italia fue muy dura, pero con todo en lo personal fui feliz. Mi padre, mi madre que como ya he dicho en otras ocasiones nunca me venían a ver estuvieron en la grada y mis sobrinos volvieron diciendo que querían jugar al rugby”.
La capitana ocupó el puesto 29 del Ranking que esta revista elaboró sobre las personas más influyentes del rugby español. “Aún estoy alucinando por salir en el ranking de las 50 personas más influyentes del rugby español, yo soy la misma que hace 20 años, una jugadora por y para el equipo, nada más, es un elogio muy grande estar en esa lista” decía.
Siempre prudente no suele exponerse en las redes sociales aunque admite utiliarlas: “Las redes sociales no son lo mío, las utilizo lo justo y cuando las miro y veo lo que dicen de mi muchas veces me da vergüenza, yo solo soy una chica que quería jugar al rugby, los micrófonos, las cámaras, las entrevistas…no son mi lugar.
Y es que en todos estos años de rugby Aroa ha podido vivir y compartir su pasión con muchos amigos y referentes: “Mis veteranas fueron mi referente. Las que me hicieron ser así, a luchar cada día. Marta Gran y Inés Etxegibel compañeras inseparables en Hospi, con la selección catalana y con la española. Me acogieron bajo su ala, pero sin olvidarse de darme caña y enseñarme mucho, eso nos unió y forjó una amistad que aún conservamos.
Como jugadores Albert Malo, como no, ¡si hasta sale en un video juego! Y sobre todo David Monreal y Jesús Bedmar, “Jimmy” es uno de los mejores capitanes que he visto en acción en un campo” nos explicaba.
Referentes en el campo que siguió desde sus orígenes de los que nos cuenta: “Fue en Hospitalet con 14 años. Entrenábamos a las 15:00h con sólo un chándal y unas zapatillas de deporte en un cuarto de campo con suerte siete contra siete. Coral Vila y Olga Pons fueron mis primeras entrenadoras en ese momento muchas cosas las hacíamos por intuición, el veneno del rugby ya se nos había metido dentro. Luego vino Xavi Vila a quien debo mucho, gracias a él pasamos de que nos metieran 80 puntos al año siguiente ser campeonas de la liga”.
Durante su carrera deportiva se ha ganado el respeto de todo el rugby español, pero ella tiene una visión particual sobre uno de los valores más importantes del oval: “El respeto es mostrar a tus compañeras tu mejor rugby y recordar que el rugby femenino no ha nacido ahora. Es una pena que muchas grandes jugadoras estén en el anonimato”.
Y es que 20 años dan para mucho, pero muchas veces parecen insuficientes y seguimos soñando: “Me hubiera gustado jugar mi CAP número 75 en Hospitalet, levantar una Copa del Mundo… espero poder ver a las grandes jugadoras que tenemos debutar con nuestra selección” son algunos de ellos para Aroa pero mira al futuro con determinación: “Quiero ser madre. Es mi gran ilusión. Y también seguir vinculada al rugby de alguna manera que ya veré cuando se pase toda esta locura de mi retirada. Agradezco el interés por mí y las llamadas recibidas, dicen que eres rugbier para toda tu vida y yo no seré una excepción”.
El rugby da mucho cuando le das mucho y Aroa ha sido generosa con el oval español: “Me llevo las emociones, como cuando después del partido de Italia el talonador francés Jean Michell González vino a felicitarme, ese momento nunca se olvida, me lo quedo para mí. La ilusión de ir a entrenar, las amistades, el rugby te da mucho por eso es tan difícil dejarlo”.