Si hace unos días os regalábamos la entrevista de Felipe Rodríguez con Santiago Santos, ahora Fermín de la Calle nos acerca a la modalidad de 7’s con una interesante charla con Pablo Feijoo.
Pablo Feijoo vive estos días con inquietud enganchado a su teléfono, desde el que conecta con video llamadas para ver el trabajo personalizado de cada uno. El seleccionador de 7 llegó de Estados Unidos para confinarse en su casa y comenzar a montar el puzzle en que se ha convertido ahora un calendario lleno de incertidumbres.
Atiende a la llamada de 22 con la tranquilidad de haber cerrado las dos mejores series del año en Los Ángeles y Vancouver. Una temporada diferente que él mismo explica: “La planificación fue diferente a otros años, porque nosotros tratábamos de sumar muchos puntos al principio para luego estar más tranquilos y tener margen. Después bajabas la exigencia un par de series, normalmente en las que hemos jugado ahora, y luego repicábamos en Hong Kong y Singapur para descansar más tarde pensando en llegar bien a Londres y París de cara al Europeo, que en nuestro caso era Preolímpico”
El seleccionador admite que haberse quedado fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio más allá de la decepción deportiva ha supuesto un inconveniente estratégico: “Este año al no tener esa exigencia porque no estamos clasificados para los Juegos Olímpicos ni tener torneo clasificatorio, el pico lo hemos alcanzado ahora en estas dos series. En parte porque hemos recuperado a los lesionados. La estadística dice que por cada Serie se lesionan dos jugadores, pero nosotros este año antes de empezar ya teníamos tres lesionados. Así que nos tocó tirar de chicos de la Academia que no han estado mal, pero han notado la diferencia. Juan Martínez, Arnau… El salto de División de Honor y División de Honor B a las Series Mundiales es brutal. Inglaterra es un buen ejemplo, porque cuando llegan las últimas series alinea jugadores nuevos y lo pasa mal”.
Otro aspecto clave esta temporada es el nuevo formato de grupos que se ha puesto en marcha en las series mundiales: “El formato snaking hace que la clasificación en una serie condicione el sorteo en la siguiente. Me hice un programa para estudiarlo y obtuve que habitualmente en el grupo A de una serie caían el 1º, 8º, 10º y 16º de la serie anterior y en el B, el 2º, 7º, 9º y 15º. Teniendo en cuenta que ya hay un grupo de 10 equipos de primer nivel o del Tier 1 en el seven, por decirlo así, tenía claro que nos convenía caer en el C y D. Porque además si caes en el A o en el B ellos también miran el average para el siguiente sorteo, y al final tienes rivales de mucho nivel buscando average. Y es muy jodido”.
Hay cierta sensación de que el equipo ha rebajado su rendimiento en las series, algo que Feijoo niega y explica: “Es cierto que hemos entrado menos en el Oro que en años anteriores y eso ha dejado la sensación de que no estamos al nivel de otros años. Pero no es cierto. Lo que pasa es que en lugar de sumar un 10 en una serie por estar en el oro y un punto en la siguiente, estamos sumando seis, cuatro, cinco… Hemos ganado consistencia, más regularidad, y eso al final nos deja en el mismo sitio que temporadas anteriores”.
Para Pablo, “desde el primer momento nuestro objetivo claro era superar a Gales para evitar el descenso. Y lo hemos cumplido con regularidad. Creo que en las series de Los Ángeles y Vancouver el equipo ha estado bien. Hicimos buen papel ante NZ e Inglaterra, pero ante Gales el equipo mostró su ansiedad. Buscó los atajos, cuidó poco el balón, no desplegó lo hablado. Y la segunda semana estuve mejor aún con Irlanda y Kenia. Y eso en un año muy duro, porque nos enfrentamos a las mejores selecciones de 7 ya que todos están cerrando las plantillas para los Juegos Olímpicos de Tokio y es nivel es muy alto”.
Sin embargo, Pablo es constructivo y prefiere ver la botella medio llena: “Si nos lo planteamos a medio plazo, creo que hemos ganado un año porque nosotros ya hemos avanzado en la renovación del grupo mientras el resto no lo hará hasta la temporada que viene, después de los Juegos”.
El seleccionador afirma haber cumplidos sus tres objetivos: “mantener al equipo en Series Mundiales, generar un segundo grupo con la Academia y echar a andar el proyecto de las Series Nacionales. Y está todo en marcha, más allá de la repercusión del coronavirus”. Respecto a la Academia, el donostiarra sostiene que “la Academia comenzará a dar sus frutos cuando lleve dos o tres años y haya un grupo de 20 jugadores de primer nivel de 7 en lugar de 12 o 14 como ahora. Eso nos va a dar un empujón y nos va a meter en el pelotón”.
Dos reflexiones de Pablo sobre lo que somos alumbran el final de esta conversación: como nos ven y cómo nos vemos. La primera mira en nuestro interior: “Creo que hay jugadores que no valoran suficientemente lo que significa tener plaza en las Series Mundiales. Llevar varios años ahí nos hace perder un poco la visión de lo que somos, de dónde venimos. Hay un sacrificio enorme de mucha gente para estar ahí y debemos conseguir que mantengan esa visión. Esto no es un deber que tenemos, es un derecho que nos hemos ganado”.
La segunda, sobre cómo nos ven desde fuera: “El respeto que hay con España en las Series es brutal. Te analizan durante horas, conocen a nuestros jugadores, nos estudian y ya nos tienen en cuenta. Escocia y Nuerva Zelanda nos tienen enfilados, y eso mola”.
MENS SANA IN CORPORE SANO
He creado una nueva iniciativa que se denomina ‘Mens sana in corpore sana’. La idea que los jugadores alternen su dedicación profesional en la selección de 7 con actividades en empresas que les becan, pero no con dinero, formándoles para el día de mañana. Me preocupa que ellos se centren en el rugby y darles nosotros la opción profesional para que se centren en el entreno y estén tranquilos. Es algo que aprendí cuando jugaba en Inglaterra.
