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Champions Cup

Un viaje alucinante: La final de la Champions en Bilbao pasa por las dos Irlandas

El camino de la mayor de las competiciones de clubes del continente europeo terminará en Bilbao con la final de la Champions Cup. El próximo 12 de mayo, la European Profesional Club Rugby (EPCR) quiere echar el resto para organizar el mayor evento de su historia. San Mamés será por unos días la Catedral del Rugby que acogerá no solo la gran final sino también el último partido de la segunda competición, la Challenge Cup (11 de mayo).

Este año los equipos irlandeses quieren volver a estar presentes. Son más favoritos que nunca en detrimento de unos ingleses que ya no ocupan las primeras posiciones de la fase de grupos, como han hecho en los años precedentes. De hecho, su único representante en la cabeza, Bath Rugby, es el peor primero de los cinco grupos en los que se divide la competición.

La European Profesional Club Rugby (EPCR) quiso invitar a los periodistas españoles a conocer de cerca la competición en tierras irlandesas que visitaban los clubes ingleses. Por un lado Belfast y por el otro Dublín, para ver en acción el Ulster-Harlequins y el Leinster-Exeter. Doble victoria de los de la isla esmeralda ante sus vecinos británicos. ¿Casualidad? No lo creemos.

Fermín de la Calle (Eurosport), José Manuel Ibáñez (Revista22), Javier Muñoz (El Correo), José Antonio Vera (Cadena SER y Diario AS) y Felipe Rodríguez (Rugbyalcala) iban comandados por Borja Bilbao (prensa Bilbao Finals 2018) y coordinados por Laura Tarbouriech (prensa EPCR).

Belfast, la ciudad que ya no llora se abre al mundo

Tras reunirse el grupo en el aeropuerto de Dublín y coger una furgoneta con dirección a Belfast llegaba la expedición al hotel Hilton de la capital norirlandesa. Una ciudad que ha sufrido como ninguna el azote terrorista pero que hoy se presenta como una urbe moderna y abierta al mundo. Sin tiempo para respirar, destino Kingspan Stadium el novísimo y coqueto estadio de Ulster. Allí los de la mano roja dieron buena cuenta de Harlequins por un claro 52-24 que deja a los norirlandeses a dos puntos del líder, La Rochelle, y a los ingleses en un pozo sin victorias a falta de dos jornadas para el final de la fase de grupos.

 

La expedición española sobre el césped del Kingspan Stadium de Ulster.

 

 

 

La rueda de prensa local la protagonizaron el técnico asistente y ex dragón de Gales Dwayne Peel y el sudafricano Louis Ludick. Ambos son cautos de cara a hablar de estar en las finales de Bilbao pero coinciden en que sería un sueño volver a una final y ganarla nueve años después para quitarse la espina de 2012 ante sus vecinos de Leinster.

Sin tiempo para mucho más, no sin antes pasar por el tercer tiempo de los aficionados que en evidente comunión comentaban el partido entre música en directo y pintas de cerveza, la expedición se fue al hotel para reponer fuerzas y regresar temprano al día siguiente a Dublín. La jornada prometía ser intensa y no decepcionó.

Aviva Stadium: el orgullo de Leinster

A las 9:00 de la mañana era tiempo para salir del hotel y volver a la furgoneta en dirección a la capital irlandesa. Dublín se ha convertido desde hace años en una de las grandes ciudades del continente y a eso ha ayudado mucho la reconstrucción del viejo Lansdowne Road en el Aviva Stadium.

Antes de llegar al orgullo de Leinster hubo tiempo para comer y encontrarse con el compañero de Laura en la Comunicación de la EPCR, Mark Jones, en el hotel de los árbitros del partido. Dublinés de nacimiento, Mark nos contaba cómo sería el largo día de trabajo pero también lo que disfrutaríamos en un estadio como el Aviva, por mucho que dijera se quedó corto.

Entrada al gran estadio de Leinster para conocer sus entrañas y pasar por la zona mixta. Después el grupo pisó el césped y se hizo las fotos junto al cartel de las Bilbao Finals 2018 como ya ocurrió el día anterior en Belfast. Eso sí, una sorpresa inesperada llevó a todos a conocer al equipo de comentaristas de las diferentes televisiones que cubrían el choque. Brian O’Driscoll, Lawrence Dallaglio y Gordon D’arcy estrechaban las manos de los periodistas españoles y se citaban en Bilbao para dentro de seis meses. Los irlandeses vacilaron al inglés con la visita a España en la final y el coloso Dallaglio lo encajo entre risas pero con poca broma.

Brian O’Driscoll, Lawrence Dallaglio y Gordon D’arcy nos dedicaron unos minutos sobre el césped del AVIVA Stadium antes del Leinster – Exeter

De ahí a la zona de prensa para ver el partido. Sería fácil, según los antecedentes. Leinster estaba invicto mientras los jefes indios de Exeter habían caído en su reserva frente a los irlandeses en la ida. Aunque sí habían ganado los dos choques anteriores, sus victorias fueron por resultados ajustados.

Pero los dublineses vieron como Johnny Sexton se retiraba a los dos minutos de juego y su suplente, Ross Byrne, sufría una conmoción que a punto estuvo de dejarlo en el banquillo de forma definitiva. Para colmo, el pilier Cian Healy y el segunda Scott Fardy veían sendas tarjetas amarillas a lo largo del choque. Todo esto provocó que a la media hora de juego los ingleses se pusiesen 3-17 en el tanteo. Sin embargo, con un Isakeli Nacewa imperial, que se encargo de gestionar y ejecutar los lanzamientos a palos de su equipo (seis de seis), Leinster daba la vuelta al tanteo a pesar de anotar un ensayo menos que sus rivales, 22-17 victoria local.

Bilbao pone en el mapa europeo al rugby español

Tras el choque, rumbo a la rueda de prensa de Exeter Chiefs que se vio abortada por el anuncio de que Jordi Murphy, lesionado para este partido, nos esperaba en la zona mixta. El catalán nos habló de su fichaje por Ulster para la próxima de temporada, de la final de Bilbao y, cómo no, de la carrera mundialista del XV del León a quien “me encantaría enfrentarme en un Mundial”.

Tras la entrevista hubo tiempo para asistir a la rueda de prensa del entrenador local, el ex internacional irlandés Leo Cullen. Pero de nuevo tuvimos que salir de la sala, esta vez para entrevistarnos con el director general de la European Profesional Club Rugby Vincent Gaillard.

El jefazo de la EPCR nos explicó porqué Bilbao es la sede elegida para la final de este año y su intención que de verdad quede un legado de esta final en el rugby español, en una entrevista que podréis leer al completo en la edición impresa de la Revista 22. Pero también anunció que “a pesar de las renuncias, los equipos españoles no están vetados de la tercera competición europea…”, eso sí, sí hay plaza para los españoles o no lo decidirá Rugby Europe.

Nuestro trabajo había terminado pero no nos podíamos ir del Aviva Stadium sin conocer la Blue Room de Leinster, el local donde se celebra el tercer tiempo de los jugadores. Hasta allí nos llevaron Vincent, Mark y Laura para conocer a Michael Dawson (CEO de Leinster) y Kevin Quinn (director comercial y de marketing) quienes nos reconocieron que están deseosos de llegar a Bilbao con su equipo. Sería cinco años después de jugar y ganar su última final ante sus vecinos de Ulster.

Nos vemos en San Mamés

Después Gaillard se quitó la chaqueta de director general y se puso el polo de rugbier para llevarnos a tomar una cerveza al Shelbourne Hotel (lugar de concentración, para el día antes del partido, de la selección irlandesa) y cenar en el centro de Dublín. Las conversaciones que ahí se dieron, sobre todo la del taxi de vuelta, se quedan para nosotros.

Un fin de semana frenético para un viaje alucinante en el que pudimos comprobar in situ la potencia de la organización de la Champions Cup. Para quienes hemos vivido estos eventos en el fútbol, con la Champions League, os aseguramos que la diferencia no es que sea pequeña es que es invisible.

Los responsables de la EPCR nos avisaron que el de Bilbao sería el evento más grande que jamás habían organizado así que os podemos prometer que quienes vayáis a la final de la Champions Cup viviréis algo histórico y que será difícil volver a ver en España. Nos vemos en Bilbao.

2 Comentarios

2 Comments

  1. Francis Serrano

    20 diciembre, 2017 en 6:13 pm

    Hola.
    Sin duda, que la final llegue a Bilbao es una alegría inmensa para nuestro deporte. Pero, quisiera hacer una reflexion. En otras de ediciones de las finales, tuve la gran suerte de viajar a otras grandes capitales europeas donde de celebraron. En ninguna de ellas encontré la mas minima dificultad para encontrar alojamiento a precios razonables. No es el caso de Bilbao que desde que se anunció que sería la sede, inflaron el precio de los alojamientos para esas fechas de manera exponencial. Sinceramente, para la economía de muchos aficionados, no veo las ventajas debido al exceso cometido por el sector hostelero de esta ciudad.
    Saludos.

    • José Manuel Ibáñez

      20 diciembre, 2017 en 6:56 pm

      Yo creo que puede haber noticias al respecto dentro de poco. Es increíble cómo se han inflado los precios.

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