Las chicas de Iberdrola golearon a los chicos de Heineken

Esta mañana se ha celebrado la presentación de la Liga Iberdrola de rugby femenino. Un acto que ha registrado un lleno en la sala del Consejo Superior de Deportes, la misma que hace unas semanas registró un descorazonador vacío con la presentación de la Liga Heineken de División de Honor masculino. Otro hito para el rugby nacional que no contó con la presencia de ningún club.

Esta mañana daba gusto ver cómo el rugby femenino ha crecido en estos años. En la mesa tres mujeres junto al anfitrión. Alhambra Nievas, mujer y árbitro, con todo lo que eso conlleva en un rugby tan machista en las altas esferas como el español, ya que la granadina aún a día de hoy es más reconocida fuera de España que en algunos despachos de su país. En la otra punta de la mesa, Carmen Cabrera, responsable de patrocinios de Iberdrola y una cara ya habitual en todo lo que rodea al rugby femenino español. La mujer que pone cara a la apuesta su empresa por un rugby que sigue creciendo en cantidad y calidad a medida que sigue alcanzando conquistas poco a poco. Si el año pasado se vio en directo la final en Burgos, este año se juega la competición a doble vuelta, lo que aumentará el número de minutos de las jugadoras y las hará crecer.

Isabel Pérez, vicepresidenta de la Federación Española y ex internacional, y el anfitrión Jaime González Castaño, Director del Consejo Superior de Deportes, cerraban una mesa frente a la que se reunía un auditorio en el que destacaba la presencia de numerosas jugadoras, muchas de ellas internacionales como Aroa o Marina Bravo.

El acto, que repasó el crecimiento del ámbito femenino de nuestro rugby en estos años, fue una reivindicación, como advirtió González Castaño, jugador en sus tiempos y entusiasta del deporte oval, de que «en España el rugby ya se percibe como un deporte sin género, un rugby tanto masculino como femenino». Aunque en realidad son las chicas las que han paseado más y mejor la bandera de nuestro rugby por el mundo.

José Antonio Barrio, Yunque, uno de los grandes artífices de este buen momento que atraviesa el oval femenino junto a otros que le precedieron como Tiki Inchausti o Inés Etxegibel, escuchaba atento en primera fila a unos y otras. A su lado el seleccionador masculino de XV y director técnico de la FER, Santi Santos, el hombre elegido para devolvernos a un Mundial. Unas filas más atrás, José Miguel Gorrotxategi, director para Europa del programa de IRB ‘Get into Rugby’. Y en la última fila, saludando a diestro y siniestro a la concurrida audiencia, el director de desarrollo de la ‎Federación, César Archilla.

En resumen, una mañana que invita al optimismo en un rugby femenino que está mudando la piel con el cambio generacional que se ha producido tras el Mundial de Irlanda. Un cambio del que saldrá reforzado el rugby femenino porque las mujeres están comenzando a ocupar puestos con capacidad de decisión en los estamentos de nuestro deporte. La sonrisa de Aroa, inminente miembro del staff técnico de Yunque, era la prueba de que todo había ido bien. La misma sonrisa que iluminaba la cara de Carmen Cabrera, representante de Iberdrola, quien lloró, como confesó en el acto, con la despedida de la selección de la capitana. ¿Y qué pensará Heineken al ver el salón de actos lleno?