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División de Honor

A propósito de los fichajes de Cisneros, por Daniel Vinuesa

Me piden desde el departamento de prensa que escriba la típica nota sobre fichajes, altas y bajas, un texto que despierte ilusión y caliente los ánimos de la afición, a un mes del inicio de la competición. Como responsable de estos menesteres en el Complutense Cisneros, empezaré por decir que no me gusta el término fichaje, que me incomoda el mercadeo de cromos propio de estas fechas y que no quiero alimentar esa rumoroligia estival de novedades y deserciones, típica de los circos mediáticos que alimentan el deporte profesional.

Considero que esa inevitable ilusion que generan los nombres nuevos encierra un implicito desprecio a los que vienen vistiendo la camiseta. Cualquier incorporación a un club de rugby como el nuestro, con tan extensa nómina de jugadores, deberíaa ganarse su parcela de protagonismo, primero en Paraninfo, y despues en el Central. Me resisto, por tanto, a regalar reconocimiento por adelantado a nadie que no haya vestido aún de azul y azul.

Dicho esto, como bien saben los que nos conocen, no somos en el Complutense Cisneros de rellenar huecos en la alineación con porciones del presupuesto. Nuestros veranos suelen ser más reactivos que proactivos. Por suerte, de un tiempo a esta parte, el Club despierta el interés de numerosos jugadores, de orígenes, edades y niveles diversos. La mayor parte de los que llegan cada verano lo hacen tras haberse aproximado ellos al Club, atraidos por el proyecto. Para un Club que no paga dinero a ninguno de sus jugadores y en el que todos han de abonar su ficha, reconforta constatar el creciente interés de tantos jugadores por sumarse al grupo.

Nuestra naturaleza tiene también su reverso amargo. Cada primavera sufrimos un buen número de salidas. Jugadores que dejan el Club siguiendo su propio camino, que les aleja de Madrid del mismo modo que en el pasado les trajo a la ciudad. Los hay tambien que nos dejan atraidos por las recompensas mas ortodoxas y tangibles que ofrecen otros clubes. Todos dejan su huella y un hueco que habrán de cubrir otros, que como hicieron ellos, llegan al Club y a Madrid con la ilusión y la ambición de hacerse con un puesto en el XV.

Esa es parte de la historia y la naturaleza Club, ese ir y venir anual, propio de nuestra condicion universitaria y colegial. Un renacer perpetuo que no se alimenta de nombres, sino de la anónima ilusion del grupo.

Este año parece que se incorpora un buen grupo de nuevos jugadores: jóvenes promesas de nuestro rugby, algún ilustre con experiencia y varios extranjeros con buenas referencias. Todos ellos inician con ganas su periplo en el Colegio y pelearán por el honor de jugar de azul y azul.

Daniel Vinuesa Zamorano

Director Deportivo

1 comentario

1 comentario

  1. Yo, de aqui

    15 septiembre, 2017 en 7:47 pm

    Aúpa cole

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